Inversiones y economía
Después de casarse con la hija de un rico comerciante logroñés del grupo de los Giménez -comerciantes venidos a Logroño desde la población de Cervera de Río Alhama- se dedicó a los negocios con independencia.
Desde 1864, "en que fundó su primera casa mercantil",
sus éxito comerciales fueron continuados, demostrando un gran talento para los negocios, "que con intachable honradez y gran laboriosidad le acarrearon bien pronto una gran fortuna", que le sitúa a principios del siglo XX entre los más importantes industriales y comerciantes de la ciudad.
Primero se dedicó al comercio de pasamanería y quincalla En la década de los ochenta desarrolla contratas de obras con las entidades públicas y de abastecimientos a los cuarteles, para más tarde, y ya en colaboración con sus hijos, ocuparse de muy variados negocios e industrias, entre las que no faltó la elaboración y exportación del vino desde su Bodega de San Blas, uno de cuyos anuncios incluímos en la imagen.
El negocio de Casa de Banca que venía desempeñando en la esfera local logroñesa se consolida con sus descendientes, cuando crean una Sociedad Regular colectiva denominada
Hijos de Saturnino Ulargui, en los inicios de 1911 con un capital de 3.000
ptas.
La Casa absorbe durante la primera mitad del siglo XX un amplio porcentaje del movimiento financiero de la capital y participa en el fomento industrial de la provincia.
CASA DE BANCA SATURNINO ULARGUI Y SUCESORES (LOGROÑO)
La Sociedad Regular colectiva denominada
Hijos de Saturnino Ulargui se inicia en 1911 con un capital de
3.000 ptas. de la mano de los hijos de Saturnino Ulargui Ochoa, Luis y
Donato. Su objetivo son los negocios bancarios. Con la muerte de Luis
se disuelve el 16 de mayo de 1916 para crear otra sociedad mercantil con
el mismo nombre pero con distintos socios. Ahora son Donato y Bonifacio
Maguiregui Calero, esposo de la única hija del matrimonio Ulargui
Giménez. El capital social es ahora de 200.000 ptas. En fechas
posteriores continuará creciendo: el 18 de enero de 1927 hasta
el millón, cantidad que no cambiará hasta su absorción,
aunque sí se hacen ajustes de capitales entre socios y después
entre sus herederos
Desarrollo financiero.
Esta "Casa" se consolida después de la Guerra Civil. Hasta estos años
su volumen de operaciones no llega a los catorce millones (31 diciembre
1930). Sin embargo en 1948 el total de Activo y Pasivo supera los 23 millones,
cantidad que llega a los 31 en 1954. En cuanto a los distintos capítulos,
de manera resumida, puede decirse lo siguiente: el encaje metálico
y su cuenta en el Banco de España nunca supera el 7,2% con que arranca
en 1930; la cartera sigue un poderoso crecimiento, siendo los fondos públicos
su sustento y apoyo, mientras que los efectos son la mitad de los anteriores;
los créditos, con un 35 % del activo de 1930, sufren después
una gran reducción, llegando a ser sólo, en 1954, un 12,6%;
las relaciones con los corresponsales son muy fluctuantes; el capital permanece
invariablea en todo el período; el fondo de reserva se forma muy
taríamente, aunque después crece con rapidez; y finalmente,
la gran dependencia de los capitales ajenos (en 1954 son más del
92% del pasivo).
Inversión industrial.
Esta Casa participa en el fomento industrial riojano a través de dos empresas: Ulecia y Tonelería Riojana. La primera tiene por objeto "la
fabricación y compra-venta de conservas alimenticias". El fin de la segunda
es "la construcción y reparación de envases para vinos y otros líquidos". Además
de estas dos empresas, participan algunos otros socios, pero de manera individual,
en otras tres: Mueblera riojana, S.A., Inmobiliaria Riojana y la Vitícola agroindustrial S.L.