LAS TRABAJADORAS DE LA FÁBRICA
Con una señal de D. Amós Salvador se inauguró la Tabacalera en 1890. ¿Quién estaba detrás de la señal? Cuatrocientas operarias, cuarenta y un operarios y
dos porteros de registro, con unos sueldos de dos reales a una peseta, según
el sexo.
Dieciséis años después trabajaban 540 mujeres, en general de muy corta edad,
y 80 hombres, con jornales parecidos al momento anterior. En enero de 1920,
y años después, el personal seguía siendo similar: 546 mujeres, 67 operarios,
13 de faena y 13 "otros". Y anque las pagas habían crecido hasta una media
de nueve reales diarios, la inflación posterior a la Primera Guerra Mundial,
las minimizó a niveles anteriores. No es extraño que las cigarreras lucharan
durante más de un mes en el año veintiuno, y que dada la resistencia, se
las definiera desde entonces como "aguerridas cigarreras".