Es uno de los logroñeses más dinámicos en los años iniciales de la restauración democrática nacional de los años treinta y cuarenta del XIX coincidiendo con los años de más influencia de Espartero en el poder nacional.
Durante más de una década asumió cargos políticos de todo signo y estuvo entre aquellos logroñeses más dinámicos en la cultura y la sociedad riojana.
Fue Alcalde progresista de Logroño en tres fechas: 1836, 1840 y 1848.
En estos años llegó también ser Gobernador Civil.
Sus dos aportaciones más destacadas fueron: formar parte de la Junta Provisional de Gobierno de la Provincia de Logroño (1840) y promover, por primera vez, levantar un monumento en la ciudad a Espartero.
Aunque no se consigue ahora, fue un gran precedente para fechas posteriores cuando sí se levanta y sigue aquí en 'El Espolón'.