M
ilitar. Nacido en Sotés (La Rioja), el día 11 de mayo de 1808.
A los 15 años, ingresa como cadete, siendo pronto promovido al empleo de alférez
de Caballería. Combatió en la Primera Guerra Carlista a las órdenes del General Espartero, y se le condecoró con cuatro cruces Laureadas de San Fernando
por sus heroicos hechos de armas, terminó la campaña como teniente coronel.
Perteneció a la Guardia Real y al producirse la conspiración moderada de 1841 e intentar los generales
Manuel de la Concha y
Diego de León el asalto del palacio real,
el 7 de octubre, Dulce, que se hallaba de servicio aquella noche, defendió bravamente
la escalera que conducía a las habitaciones de la reina Isabel y evitó el golpe
de fuerza, cuando pretendían colocar a la Reina María Cristina en la Regencia
del Trono. Fue nombrado por este hecho gentilhombre de Su Majestad.
La vuelta de los moderados al poder en 1843, tras la caída de Espartero, le relegó por unos años a un puesto secundario en el resguardo de la sal, pero volvió a ocupar destinos importantes desde su ascenso a general en 1847
y tomó parte en la segunda guerra carlista, en el curso de la cual obtuvo una
destacada victoria sobre la caballería de Cabrera en las proximidades de Castell-Florite
(Huesca).
En julio de 1854, siendo general de caballería, contribuyó decisivamente
al éxito de la Vicalvarada, al unirse a O´Donnell con las fuerzas que mandaba.
Siendo capitán general de Cataluña se produjo la intentona carlista de San Carlos
de la Rápita (1860), que tuvo que reprimir, otorgándosele el título de
Marqués
de Castell-Florite.
Destinado a la isla de Cuba en 1862, desarrolló allí una
meritísima labor de gobierno, combatiendo, además, a los sublevados de Santo
Domingo. Su gestión, fue notable por sus generosas disposiciones, atrayéndose
las simpatías de los cubanos, los cuales, al cesar Dulce por orden de la Metrópoli, pidieron insistentemente que siguiese en aquel puesto. De regreso a España conspiró contra el gobierno de Isabel II, fue desterrado
a Canarias en unión de Serrano por
González Bravo y regresó en triunfo al producirse
la revolución de 1868. Fue uno de los firmantes del Manifiesto "España con honra"
del 19 de septiembre de 1868.
A pesar de estar ya muy enfermo, aceptó el encargo del gobierno provisional
y ocupó por segunda vez, la Capitanía General de Cuba, en enero de 1869. No
tuvo el éxito que acompañó su primera época antillana y fue atacado por todos.
Su política conciliadora y oportunista tropezó con los intransigencia de los
españolistas y autonomistas, que llegaron a cercarle en su propio palacio y
forzarle a dimitir en junio de 1869.
E
l general Dulce fue uno de los teóricos
del "intervencionismo" del ejército en la política. Murió en el balneario francés
de Amelie-les-Bains, el 23 de noviembre de 1869.