La inseguridad ciudadana
Documentos oficiales y Actas Municipales testimonian el primer problema,
haciéndose eco de la necesidad de invertir en fortificaciones -caso de Cervera de Río Alhama-, reformar
o actualizar las existentes -como sucede con las murallas de la ciudad de Logroño-, organizarse en grupos de Milicianos Urbanos
o turnarse en la vigilancia de los puestos estratégicos de la provincia.
El miedo a un ataque por sorpresa siempre está presente, pero es sobre todo
en los momentos políticos más significados, como las Elecciones a
Cortes [las primeras Elecciones directas en España fueron suspendidas en La Rioja por el ataque de los carlistas] o las Municipales, cuando más se patentiza la inseguridad.
Enlaces
La conflictividad civil
Las causas judiciales nos muestran los enfrentamientos entre la vecindad
por motivos de adhesión a una u otra tendencia beligerante. Los procesos
criminales por "suversión", por "sedición
política", por ·sospechas de "ser carlista", por
expresiónes subversivas en las que se grita "Viva Carlos V y muera la
Reina", son fuentes para medir la disputa de los convecinos. En algunos
casos el enfrentamiento deriva en disputas vecinales que terminan en simples bofetadas,
y en otras en desconfianzas bien fundadas sobre las autoridadeas aún subsistentes
de los tiempos del absolutismo.
Un caso:
"ALFARO = El día de S. Marcos, en una hermita de este nombre y jurisdicción de esta ciudad, se cometió el horroroso atentado de proclamar a Carlos V por el pregonero de Cascante y sujetos tan decentes como él: por fortuna el cabeza queda bien asegurado en las cárceles de esta ciudad (Mensajero de Aragón)"
Problemas más significados
Pero los tres problemas señalados en la parte superior de la página, inicialmente muy sentidos, se fueron debilitando
-se "familiarizaron" según palabras de los cargos públicos- a medida que
se prolongaba el enfrentamiento bélico y se alejaba el conflicto armado de la ribera del Ebro.
Aunque nacieron otros más profundos y con mayor siginificación trágica y crítica, como consecuencia de la Guerra. En primer lugar la invasión del
cólera morbo de 1834-1835,
en el que murieron 4.895 riojanos, el 3,3% de la población de la provincia. Además de otros como el aumento de los precios de los productos de primera necesidad que se inicia en mayo de 1935 y cubre los tres años agrícolas inmediatos. O el endeudamiento crónico de los presupuestos de la Diputación Provincial que fueron deficitarios hasta bien entrados los años cincuenta del XIX cuando la bonanza económica del Reino fue poco a poco reintegrando los fondos aportados por la entidad provincial para la Guerra.
Estas crisis nacidas de la Guerra , sin embrago, no fueron negativas para todos. Creció la capacidad de acumulación de efectivo en los agricultores que directamente explotaban sus tierras, y sobre todo en aquellos comerciantes que por las relaciones de amistad con el Duque de la Victoria o su familia tuvieron acceso a las contratas de suministros para las tropas del Ejército del Norte. Para los jornaleros -la inmensa mayoría- la situación fue muy diferente teniendo que soportar una larga crisis de subsistencias durante los años que duró el conflicto.