Baldomero Espartero
Monumento a Espartero en Logroño
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Primera Guerra Carlista en La Rioja
"El abrazo de Vergara"

La provincia de Logroño, por su localización geográfica, se vio particularmente afectada por las Guerras Carlistas, especialmente en la primera durante el reinado de Isbel II. No sólo en cuanto a la seguridad ciudadana perturbada por las incursiones de los ejércitos y partidas de los seguidores del pretendiente (Agoncillo: paso del Ebro por García el 13 de julio de 1836. Arnedo: acción del 20 de septiembre de 1838. Calahorra: acciones del 11 de noviembre de 1833 y 9 de abril de 1834. Cenicero: acción del 31 de agosto de 1837. Fuenmayor: acción del 21 de octubre de 1834. San Vicente de la Sonsierra: acción del 28 de agosto de 1837), sino también en relación a la convivencia entre ciudadanos riojanos partidarios de uno y otro bando contendiente.

La inseguridad ciudadana

Documentos oficiales y Actas Municipales testimonian el primer problema, haciéndose eco de la necesidad de invertir en fortificaciones -caso de Cervera de Río Alhama-, reformar o actualizar las existentes -como sucede con las murallas de la ciudad de Logroño-, organizarse en grupos de Milicianos Urbanos o turnarse en la vigilancia de los puestos estratégicos de la provincia.

El miedo a un ataque por sorpresa siempre está presente, pero es sobre todo en los momentos políticos más significados, como las Elecciones a Cortes [las primeras Elecciones directas en España fueron suspendidas en La Rioja por el ataque de los carlistas] o las Municipales, cuando más se patentiza la inseguridad.

Enlaces

La conflictividad civil

Las causas judiciales nos muestran los enfrentamientos entre la vecindad por motivos de adhesión a una u otra tendencia beligerante. Los procesos criminales por "suversión", por "sedición política", por ·sospechas de "ser carlista", por expresiónes subversivas en las que se grita "Viva Carlos V y muera la Reina", son fuentes para medir la disputa de los convecinos. En algunos casos el enfrentamiento deriva en disputas vecinales que terminan en simples bofetadas, y en otras en desconfianzas bien fundadas sobre las autoridadeas aún subsistentes de los tiempos del absolutismo.

Un caso:
"ALFARO = El día de S. Marcos, en una hermita de este nombre y jurisdicción de esta ciudad, se cometió el horroroso atentado de proclamar a Carlos V por el pregonero de Cascante y sujetos tan decentes como él: por fortuna el cabeza queda bien asegurado en las cárceles de esta ciudad (Mensajero de Aragón)"
El carlismo en La Rioja

"Fugas a la facción rebelde"

Pero la convivencia debió de ser especialmente incómoda para aquellas familias que tuvieron que abonar a la Depositaría principal de la Policiía de la provincia 320 rs. de vellón por encontrarse alguno de sus familiares "fugado a la facción rebelde". Y estos no fueron un número corto. El Gobernador Civil confeccionó una lista del total de riojanos por pueblos, y comprendía 313 personas. Más o menos, una décima parte del total de riojanos que estaban en edad de "servicio de armas", según dice el propio Gobernador y hemos podido calcular.

Lista numeral de los sujetos fugados a la facción rebelde con expresión de sus pueblos
Anguiano 9 Albelda 2
Alesón 2 Alberite 1
Autol 1 Ábalos 1
Alguiano 2 Bañares 2
Briones 1 Badaarán 1
Baños 1 Briñas 21
Calahorra 25 Cihuri 1
Casalarreina 7 Cellorigo 1
Cuzcurrita 1 Cañas 1
Castañares 1 Cenicero 9
Ezcaray 7 Entrena 1
Fuenmayor 14 Haro 22
Huércanos 3 Logroño 93
Leiva 4 Murillo 4
Mansilla 1 Navarrete 6
Nalda 7 Nájera 13
Ormilleja 1 Ormilla 1
Sto. Domingo 15 Soto 1
Sajazarra 1 San Vicente 7
San Asensio 1 Torrecilla C. 2
Treviana 3 Torrecilla A. 3
Tormantos 2 Torremontalvo 1
Villalva 7 Villar Torre 1
Uruñuela 1 Villamediana 2
Zarratón 1 Poblaciones 47

Problemas más significados

Pero los tres problemas señalados en la parte superior de la página, inicialmente muy sentidos, se fueron debilitando -se "familiarizaron" según palabras de los cargos públicos- a medida que se prolongaba el enfrentamiento bélico y se alejaba el conflicto armado de la ribera del Ebro.

Aunque nacieron otros más profundos y con mayor siginificación trágica y crítica, como consecuencia de la Guerra. En primer lugar la invasión del cólera morbo de 1834-1835, en el que murieron 4.895 riojanos, el 3,3% de la población de la provincia. Además de otros como el aumento de los precios de los productos de primera necesidad que se inicia en mayo de 1935 y cubre los tres años agrícolas inmediatos. O el endeudamiento crónico de los presupuestos de la Diputación Provincial que fueron deficitarios hasta bien entrados los años cincuenta del XIX cuando la bonanza económica del Reino fue poco a poco reintegrando los fondos aportados por la entidad provincial para la Guerra.

Estas crisis nacidas de la Guerra , sin embrago, no fueron negativas para todos. Creció la capacidad de acumulación de efectivo en los agricultores que directamente explotaban sus tierras, y sobre todo en aquellos comerciantes que por las relaciones de amistad con el Duque de la Victoria o su familia tuvieron acceso a las contratas de suministros para las tropas del Ejército del Norte. Para los jornaleros -la inmensa mayoría- la situación fue muy diferente teniendo que soportar una larga crisis de subsistencias durante los años que duró el conflicto.