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ESPECIAL PELOTA
P
elota
aficionados
Damos por supuesto que cuando se hace una selección se realiza con lo más destacado. Aquí recogemos a los pelotaris aficionados riojanos que fueron incluidos, y jugaron, en alguno de los encuentros de pelota a mano de los Campeonatos de Federaciones durante la posguerra representando a La Rioja. Deben ser considerados, pues, en teoría, como los mejores de aquellos años.
‘El Carrasco’ y ‘La Cadena’ en la posguerra: 1958-1964
Geografía de la pelota riojana
de aficionados en la posguerra
Manistas por
poblaciones
Albelda de Iregua: 4. Miguel Rodríguez (Picote), Félix Zapata Ruiz (Cuco), José Luis Benito (Tripita ) y Félix Palacios
Murillo de Río Leza: 1. Mario Santos.
Tricio: 1. Domingo
Sacristán Alegría
Manzanares de Rioja: 1. José Luis Pérez
Entrena: 3: Pedro Narro Blanco, Amador Torrecilla (Zapatero) y Silvano
Nalda: 1. Bautista Ruiz
Alberite: 1. Euplio Sotelo
Huércanos: 1. Bernardo Iruzubieta
Hervías: 2. Hilario Moreno y Juan del Val
Santo Domingo de la Calzada: 1. Blas Sáez, (Cabillo II)
Cenicero: 1. Antonio Hernáez (Coronito)
Oyón: 1. Jesús Zabala

PALISTAS: 11. César Sevilla Enciso (Munilla), Díaz de Greñu (Lumbreras), Antonio Sanz, Félix Ochoa, Ganzaraín, Botaya, Rubén, Vallejo, Alduán, Marrodán y Martínez-Corbalán
¿Qué es un pelotari aficionado?
La legislación sobre quién era considerado como un "pelotari aficionado" no fue siempre la misma. Fue cambiando, en sentido cada vez más restrictivo, a media que estas competiciones se fueron asentando y adquiriendo atención y protagonismo en la posguerra.

En los primeros campeonatos se consideran como aficionados a aquellos pelotaris que no superen los tres partidos actuando ante corredores.

Desde el año 1946, en el artículo 25 del Reglamento, se recoge de forma tajante lo siguiente: "El jugador aficionado no puede actuar nunca ante los llamados corredores de apuestas. El imcumplimiento de esta disposición será sancionado con un año de suspensión a partir del día en que la falta se cometió. Caso de reincidencia, le será anulada definitivamnte la licencia de aficionado".

Domingo Sacristán Alegria de Tricio

En el año 1948 se concretan aún más estas normas que en resumen vienen a ser las siguientes:

- Nunca debe actuar con corredores en la cancha.
- No puede participar en partidos de pago.

Esta última norma tiene dos excepciones:

- cuando los partidos se celebran en las Fiestas Patronales de los pueblos; y
- cuando son organizados y patrocinados por la Instituciones Públicas y Benéficas


¿Cobra un
pelotari aficionado?

Se le recompensa su participación con dos ayudas:

se le pagan los transportes con billetes de primera clase; y

se le abonan unas dietas diarias para los distintos gastos.

Estas normas fueron interpretadas de manera muy laxa en los primeros campeonatos, dando lugar a constantes problemas, denuncias e irregularidades. A finales de los años cuarenta su cumplimiento fue mucho más estricto.

Como el control dependía de la Federaciones Provinciales, éstas se encontraban constantemente con contradicciones, teniendo que hacer con relativa frecuencia "la vista gorda" u obligando a los pelotaris a no pasar al profesionalismo hasta unas fechas determinadas, para poder ser así incluidos en la selecciones de aficionados. Así sucedió, por ejemplo, con Pablo Sacristán de Tricio en 1945, al que se amonesta "por falta de previsión para los campeonatos".


La cantera

La cantera de jugadores riojanos de pelota aficionados. a finales de los cincuenta y los primeros años de los sesenta, sigue estando en Albelda de Iregua, con el soporte fundamental de Hervías y Entrena, mientras que han desaparecido por completo los de Baños de Río Tobía que se han pasado al profesionalismo -todos los Barberito- , y ayudan muy eficazmente casos particulares de Murillo de Río Leza y Tricio. Es decir, algo se ha movido en cuanto al origen de los pelotaris, pero en esencia se mantiene la procedencia territorial en cuanto a la afición, así como también en relación a los practicantes.

Forman la selección de pelotaris aficionados de La Rioja para los Campeonatos de España, entre 1958 y 1964, dieciocho manistas diferentes, algunos sólo con apariciones muy esporádicas y puntuales, como son los casos de Silvano de Entrena, José Luis Pérez de Manzanares de Rioja, Cabillo II de Santo Domingo de la Calzada y Antonio Hernáez de Cenicero.

La historia confirma que siguen siendo las poblaciones del valle del Iregua, con Albelda a la cabeza, las más entregadas al juego de pelota, pero también que la tradición pelotazale se mantiene en Murillo y en Tricio, recogiendo el fruto de la siembra de afición de los años precedentes. Además se amplían los circulos de contactos hacia otras localiades próximas a las anteriores, casos de Entrena (Narro, Zapatero, ...) o Huércanos (Iruzubieta), anteriormente no huérfanas de pelotaris destacados.

Todo esto confirma que las causas dinamizadoras del juego en el frontón han cambiado poco, o muy poco, de los años de la primera posguerra a los que ahora explicamos, por lo que no vamos a insistir más sobre la cuestión.

Albelda de Iregua
sigue en la brecha
Lista de pelotaris

Los melocotoneros habían aportado distintos jugadores a los cuadros riojanos para los Campeonatos Nacionales de Aficionados de Pelota a mano en los cuarenta, y harían lo mismo en los cincuenta y en los sesenta. De 18 seleccinados en los años que analizamos en esta página, CUATRO son de Albelda de Iregua :

Miguel Rodríguez (Picote), Félix Zapata Ruiz (Cuco), José Luis Benito (Tripita) y Félix Palacios.

Pero la participación de los de Albelda en los cuadros de los Campeonatos fue más destacada en cuanto al total de veces seleccionados que en cuanto el número de pelotaris. Tripita lo es en seis anualidades (1958, 1959, 1961, 1962, 1963 y 1964). Cuco (desde 1958 a 1961 ininterrumpidamente) y Féliz Palacios (1958, 1959, 1960 y 1962), en cuatro cada uno. Picote, por su parte, defiende a La Rioja en 1958 y 1959.

Domingo y Pedro



Domingo Sacristán Alegría y Pedro Narro Blanco son la base de la pareja de manomanistas riojanos en los primeros sesenta. Domingo procede de la escuela de pelotaris de Tricio alentada en esta década (1946-1956) por D. Claudio Lerena, el maestro del pueblo. Narro se curte en la capital del Principado, Barcelona, en donde alcanza un Campeonato de España en parejas manomanistas. Su retorno le convierte en el imprescindible zaguero de la Federación.

Los primos de ‘Moi’

Hervías había dado un Campeón de España y del Mundo en el año 1955 a la pelota riojana y su influjo se dejó sentir en los años inmediatos.

Son los primos de ‘Moi’, Hilario Moreno y Juan del Val, los que durante los finales cincuenta y los primeros sesenta toman el relevo de los pelotaris aficionados defendiendo a La Rioja. Y su papel fue muy destacado, en especial, el de Juanito.

César Sevilla Enciso - Ficha firmada por Javier Adarraga

César Sevilla Enciso, nacido en Munilla el 3 de diciembre de 1923. Hijo de uno de los accionistas, Julio Sevilla, de la empresa "Sevillas S.A." dueña del Frontón "La Cadena" de Arnedo. Durante estos años fue uno de los puntales de la pelota a pala de la Federación Riojana.
Los palistas
La pala corta fue "el patito feo" de la Federación Riojana de Pelota durante los años de la posguerra. Su mérito fue mantener la especialidad y participar en los campeonatos, y si conseguían algún punto, mejor que mejor.

Antonio Díaz de Greñu Martínez

El reducto "del leño" está en la capital, bien porque son de aquí o están avencindados algún tiempo, auxiliados por los aficionados de Arnedo. Son, además, años de transición en los que los básicos, Greñu y Sanz, ahora se sienten respaldados por César Sevilla y su amplia influencia.

En este septenio juegan con herramienta Félix Ochoa, el aragonés Botaya, Rubén Ortiz-Olave, Martínez-Corbalán -llegaría a Presidente de la Diputación-, además de Marrodán, Vallejo, así como Ganzaraín y Alduán, de los que no sabemos casi nada.

Pocos años después, esta labor, recogería sus frutos en forma de títulos y campeonatos mundiales. Pero nosotros no vamos a desarrollarlo.

Moisés Moreno del Val: 1955
De Abel a Moisés

Estos dos nombres bíblicos simbolizan, respectivamente, el primer hijo bueno de los protoparentes del ‘Libro de los Libros’ y el conductor del pueblo elegido hasta la tierra prometida.

Siguiendo la metáfora, los nombres de pila de los dos primeros pelotaris riojanos que alcanzan los títulos de Campeones de España de Aficionados manomanistas vienen a significar algo parecido, salvando las distancias. Abel San Martín -BARBERITO I- es el resultado de un proyecto bien meditado y organizado por el trío de aficionados de Baños de Río Tobía -entre los que estaba su padre- de los primeros años cuarenta, mientras que el éxito de Moisés Moreno del Val es el premio a la constancia y al esfuerzo de la individualidad que lleva a La Rioja a "la tierra prometida" de un segundo Campeonato.