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ESPECIAL PELOTA
Fachada principal del Frontón Carrasco

Campeo-
natos
Nacionales
de
Federa-ciones

- I I -




1962-XXI


la pareja
de Hervías


Moreno y

del Val




El Campeonato de 1962 es el año de la pareja de los primos de "Moi", Hilario Moreno y Juanito del Val, ambos de Hervías.

Greñu, Sevilla y Sanz siguen siendo la base de los palitas, ayudados en una ocasión por Martínez Corbalán. Igualmente continúan los fracasos, ganando en una ocasión (en el Carrasco contra Vizcaya) de doce.

En individual juegan Sotelo (pierde en dos salidas: a Madrid y Pamplona), Tripita (gana a Cataluña en el Carrasco), Mario Santos (gana en Vitoria, en Bilbao y en el Carrasco a Álava, pero pierde en el Carrasco contra Guipúzcoa, Castilla y Vizcaya, y en el Urumea contra Guipúzcoa), del Val (pierde en el Carrasco contra Navarra) y Ruiz de Nalda que gana en el Colón de Barcelona. En total cinco victorias y siete derrotas

Las parejas realizaron un buen Campeonato al ganar en siete partidos y perder en cinco. El tanden formado por Moreno y del Val juega asociados nueve veces: ganan seis (en el Carrasco contra Vizcaya, Álava, Castilla, Guipúzcoa y Cataluña, y fuera en Madrid a Castilla) y pierden tres (en San Sebastián, en Bilbao y en el Labrit). Los tres restantes partidos son jugados por Tripita y del Val (pierden en Vitoria); Moreno e Iruzubieta (pierden en el Carrasco contra Navarra) y Moreno y Palacios que ganan en el Colón de Barcelona. La pareja riojana pasa a la segunda fase del torneo.

Domingo Sacristán


1962


adiós al

Carrasco

de Haro



El ocio y los espectáculos en Haro pierden para siempre, en 1962, un local emblemático.

El proyecto, nacido en los años veinte, de la mano de los industriales jarreros choriceros hermanos Fernández Ollero sucumbe ante la presión del beneficio económico y las nuevas formas de negocios. En "la capital del vino de rioja" han crecido los automóviles y sus ramas auxiliares, y el espacio de la cancha del frontón Carrasco es un local apetitoso para esta industria. La inversión no entiende de "emociones ni sentimientos" y tantos días "gloriosos" de pelota y otras formas recreativas mueren sin que nadie hiciera nada por remerdiarlo. Los más de treinta años de historia de "El Carrasco" se manchan de "grasas y aceites" por el triunfo de la velocidad en principio, y más tarde desaparece del todo por la "borrachera" del sector inmobiiario.

Hoy, 2009, sólo queda el nombre en un Bar, "El Carrasco", que acumula muchas experiencias y emociones de los días que "Bartolo" jugaba a la pelota. Un recuerdo emocionado para los que aún mantienen la memoria viva de todos aquellos años.
Programa de mano

‘El Carrasco’ de Haro.
La solución

Los Campeonato de Federaciones se celebran en Haro en los años 1959, 1960, 1961 y 1962. Cuatro temporadas intensas para los aficionaods de la cabecera de La Rioja Alta y también para los de sus poblaciones satelizadas.

La experiencia del año 1958, aunque había sido un fracaso deportivo, rozó, sin embargo, el éxito de espectadores con jornadas de grandes entradas y fuertes emociones. Esto animó a los empresarios jarreros a continuar con la experiencia y a mantenerla durante un cuatrienio. Pero el realismo económico se impuso y el frontón se vendío para taller de reparaciones de coches que tenía mayores beneficios. Murió el Carrasco y con él casi cuarenta años de tardes de ocio y espectáculos, incluyendo la pelota.

1959: "Que salgan los jóvenes"


XVIII campeonato

El Campeonato de este año se estructura para la competición de la misma forma que el del año anterior, es decir, con ocho Federaciones compitiendo (Guipúzcoa, Vizcaya, Álava, Navarra, Castilla, Cataluña, Burgos y La Rioja) a partidos de ida y vuelta en tres especialidades (pala, parejas y manonanista solo). Y deportivamente llevaron el mismo camino al ganarse sólo once partidos y perdiendo treinta y uno. Aún peor que en 1958.

En pala se mantiene Antonio Sanz Estefanía y comienza Ganzaraín, al que sustituye en algunos partidos Vallejo. Ganan los dos partidos a Burgos y en el Carrasco a Álava y se pierden el restos, o sea, 11 partidos.

Félix Zapata - "Cuco"
La base de los manomanistas sigue estando en Albelda con cuatro jugadores: Miguel Rodríguez ("Picote"), José Luis Benito Domínguez ("Tripita"), Félix Zapata ("Cuco") y Félix Palacios; a los que ayudan Amador Torrecilla ("Zapatero") de Entrena, Zabala de Oyón y Mario Santos de Murillo. Todos son conocidos, menos Santos, e incluso algunos son "viejos conocidos", por lo que en varios partidos se oyeron "gritos" de, "¡que salgan los jóvenes!" .

En individual se ganan cinco partidos, uno más que el año anterior: tres en casa (Carrasco) por Picote a Castilla (18-8) y Cuco a Álava (18-15) y Vizcaya (18-14); y dos fuera (Castilla -por Cuco (18-15)- y Vitoria por Picote por 18-12), con lo que se pierden nueve.

En parejas Zapatero y Zabala ganan sólo tres partidos: en el Carrasco y en Madrid a Castilla respectivamente por 22-11 y 22-16 y a Burgos en el Carrasco (22-11).

El Campeonato de 1959 fue también desastroso.


1960: la renovación

XIX campeonato

La nueva década comienza con dos novedades: la "caída" de la Federación de Burgos de la competición y la entrada en el cuadro riojano de nuevos valores, o sea, los jóvenes. Se reducen, en número, los enfrentamientos a siete selecciones (Guipúzcoa, Vizcaya, Álava, Navarra, Castilla, Cataluña y La Rioja) y a 36 partidos sumando las tres especialidades.

Mario Santos - 1960
A los palistas riojanos se añade otra vez Antonio Díaz de Greñu, siguiendo como puntal Antonio Sanz, y ayudando, con un partido cada uno, el conocido Ganzaraín y el nuevo Adarraga II.

La renovación de manista es amplia. Mario Santos de Murillo se consolida en individual al jugar como representante riojano todos los partidos. La nómina de los que participan en parejas en muy ampia, llegando hasta siete distintos, y se ensayan muy variadas conbinaciones. Juegan el "incombustible Félix Zapata, Cuco" -una sola vez-, Bautista Ruiz de Nalda -un partido-, Domingo Sacristán Asensio de Tricio -se convierte en básico para las parejas con diez representaciones-, Blas Sáez -"Cabillo II"- de Santo Domingo -dos enfrentamientos-, Félix Palacios de Albelda -siete partidos- y comienzan los primos de "Moi" de Hervías, Juan del Val -dos partidos- e Hilario Moreno -una actuación-.

Domingo Sacristán y Félix Palacios
Se mejoraron los resultados de años anteriores en los partidos de mano. Mario Santos alcanzó las semifinales en individual después de ganar en siete partidos: en casa contra Cataluña (18-13), Álava (18-9), Castilla (18-3) y Vizcaya (18-13); y fuera frente a Castilla (18-3), Vizcaya (18-10) y Álava (18-5); pero fue eliminado por Tomás Abad, el "Zurdo de Quintanar" (10-18), sin poder alcanzar la final. En parejas se ganan cinco partidos. En el Carrasco a Cataluña (Sacristán y Cabillo II - 22-21), Navarra, Álava (a ambas con Sacristán y Palacios por 22-15 y 22-17 respectivamente) y Vizcaya (Moreno y Palacios 22-20); y fuera a Navarra, en el Labrit, (Sacristán y Juanito del Val (22-11).

En pala, sin embargo, fue la hecatombe. No se sumó ni un punto.


1961: la vuelta del "hijo pródigo" y

       del Val consolidándose

XXI campeonato

La renovación del año anterior había demostrado que el camino emprendido aportaba fuerza y buenos resultados. Para el Campeonato del 1961 los federativos siguieron profundizando en este sentido y comprobaron que crecía aún más el optimismo. Por ello, además, ensayaron otras fórmulas que no se habían explorado en épocas pasadas. En primer lugar recuperaron pelotaris que habían emigrado a otras latitudes y que en éllas habían cosechado fama y triunfos; y en segundo lugar, se buscaron formar manomanistas especializados, o bien en individual o bien en parejas.

Euplio Sotelo Ausejo
Con la primera estrategia se recuperaba a Euplio Sotelo Ausejo (Alberite) que se había demostrado básico en las alineaciones manomanistas -individual y parejas- de la Federación Catalana durante varios Campeonatos Nacionales anteriores. Desde este año 1961 se reincorpora al cuadro riojano aportando su experiencia y calidad en una etapa de la pelota riojana en la que la renovación de nuevos valores comarcales aportaban triunfos y emociones a los aficionados.

Como Sotelo, José Luis Benito ("Tripita"), sumaba la experiencia al conjunto, pero a la vez se acudía a pelotaris semidesconocidos ahora como Bernardo Iruzubieta de Huércanos y José Luis Pérez de Manzanares de Rioja. Esta nómina de veteranos y noveles se completaba con el triplete que formaba el esqueleto del cuadro: Domingo Sacristán (Tricio), Juanito del Val (Hervías) y Félix Palacios (Albelda).

En pala, "visto lo visto", el equipo se renovó por mitad, entrando César Sevilla, en apoyo de Antonio Sanz, y en un partido Vallejo y Greñu. La especialidad no daba para mucho más. Y de esta forma al menos consiguieron puntuar en dos ocasiones contra Álava, en el Carrasco y en el frontón Burunda de Alsasua.

En mano individual se especializaba Juanito del Val, después de los ensayos de Euplio Sotelo (en el Carrasco pierde contra Castilla y gana contra Cataluña); Tripita (pierde en el Carrasco contra Álava); y José Luis Pérez (pierde en el Gros contra el que luego sería el campeón, Arriola). Con el triunfo de Sotelo, y los cuatro partidos ganados por del Val (en el Carrasco al navarro Piérola, y fuera, en Bilbao, en Alsasua y en Barcelona) la selección riojana llegaba hasta las semifinales en esta especialidad al igual que el año anterior. Tampoco va más allá.

La pareja gane por lo menos a Castilla (Domingo Sacristán y Juanito del Val) y Cataluña (Juanito del Val y Félix Palacios) en el Carrasco (sin datos en el Carrasco contra Vizcaya) y a la misma Castilla en Madrid (Domingo Sacristán y Félix Palacios). El resto son partidos perdidos.