En la primera quincena de esta década (14-I-1910) los tres hermanos Trevijano Ruiz-Clavijo (Daniel, Ángel y José María) más Miguel Ruiz-Clavijo y Gregorio Lozano agrupan 2.500 ptas. en un S.A. para explotar los espectáculos del Teatro Bretón. La contrata dura hasta finales del año de 1913, pero haciendo uso de los beneficios acumulados con las conservas, la “Sociedad Trevijano Hijos”, lo compra antes de finalizar la década –noviembre de 1917- a la Caja Municipal de Ahorros en busca del negocio del ocio.
Con el Salón Teatro la familia Zaporta ingresaba en "la industria de los espectáuclos". Con la reserva de un “rincón”, entre éste y los talleres de la imprenta, deseaba aportar un ambigú o café para la Plaza de la Imprenta y el local para la explotación del ocio.
Una vez levantado los edificios los tres hermanos varones (Francisco, Felipe y Moisés) escrituran, junto con dos periodistas de la casa (Leandro Sáenz de Cabezón y Marcelino Sáenz Benito) “La Cervantina S. A.” (11-IX-1913). Su objetivo es dar funciones de teatro en el Zaporta o Teatro Moderno, Al final también comprobaron que no había llegado aún la hora de los grandes negocios del ocio y terminaron vendiendo.
Del ocio al negocio
Basta examinar el centenar de nuevas inscripciones de Sociedades Mercantiles en el Registro correspondiente de la Provincia durante la segunda década del siglo XX, para comprobar que los espectáculos empiezan a convertir el ocio en negocio. Y no lo afirmamos en sentido peyorativo. De modo similar a cómo los inversores mueven su dinero para crear empresas vinícolas, conserveras, "fábricas de electricidad", negocios de banca, .... o de cualquier otra rama, también lo dinamizan para explotar teatros, cafés, salones, plazas de toros, frontones, ... englobados en las "industrias de espectáculos" y de la restauración .
Las Sociedades registradas con este fin u objetivo se acomodan a distintos modelos económico-administrativos. Unos las crean para hacer circular el dinero en efectivo acumulado en otros sectores; otros apuestan por el beneficio rápido que parecen apuntar los actos festivos; un tercer grupo vislumbra que los espectáculos pueden ser un "gran negocio"; y finalmente, algunos se interesan en ellos para ensayar otras formas de ganarse la vida. Desarrollamos ejemplos de algunos de estos prototipos en las dos primeras columnas de esta página.
Ocho inversores logroñeses (los hermanos Isidro y Francisco Íñiguez Carreras, Francisco Sánchez Alba, Enrique Herreros de Tejada, Marco Rezola, Francisco Madorrán, Pelayo de la Mata y Virgilio Oraá (como Director del Banco Riojano) y tres navarros de Pamplona (Vicale Lorza, José Murillo y Florencio Martínez) forman una alianza de burguesías locales y del sector financiero del Banco Riojano para sumar 250.000 ptas. y crear la Sociedad Anónima Beti-Jai, con el fin de explotar el juego de pelota.
Levantan un Frontón de 54 metros de largo y 24 de ancho de tres plantas y ofertan dos partidos pelota a remonte todos los días del año después de las tres de la tarde. El tradicional "café, copa y puro" es sustituido por el "café, Faro (coñac de las Bodegas Bilbaínas de Haro) y remonte" en los comienzos de los años diez.
El negocio fue ruinoso antes de tres años, pese a que se ensayaron otras opciones y alternativas para rentabilizarlo, además del juego de pelota.
El local fue inuagurado el 21 de septiembre de 1912, en las Ferias y Fiestas de "San Mateo" con un partido de remonte y otro de pelota a mano.
Este espacio de espectáculos estaba situado en la Avenida de las Adoratrices, en el ensanche al este de la población, y se constituirá en uno de los centros de máxima actividad de programación de ocio durante toda la primera mitad del siglo XX. En él se proyectó cine, se clebraron veladas de boxeo, se jugaron "muchos" partidos de pelota, e incluso llegó a funcionar como cárcel habilitada durante la guerra civil.
1911En febrero se estrena, en el Teatro Lara de Madrid, "Canción de Cuna", una de las obras teatrales de María Lejárraga de mayor éxito, siendo interpretada en escena en múltiples ocasiones y "llevada" al cine en distintas versiones.
1912
La primera Sociedad Deportiva, el "Sport Club", está datada en 1905, y aunque en ella se practicó el fútbol, éste no se oficializó hasta el año 1913. En una parcela arrendada por el "Recreation Club" están los comienzos del fútbol local, integrado en la Federación deportiva correspondiente.