El hecho histórico
En la memoria histórica, y también en algunos documentos, quedó que a las once de la noche del 30 de mayo de 1808 un buen número de logroñeses tomaron las armas contra los franceses. También, que asumieron el poder de la ciudad, y que en él estuvieron durante una semana. Cedieron cuando las tropas francesas procedentes de Vitoria bombardearon la población desde el Monte Corbo. Era el 6 de junio de 1808. La insurrección coincidía con las que se dieron en otras ciudades del reino sin tropas francesas en la misma fecha, es decir, el día de Fernando III, "El Santo".
Sabemos muy poco sobre los protagonistas y sobre los pasos y modos de este primer "levantamiento".
Parece que las primeras acciones tomaron el carácter de un motín clásico enfocando sus iras contra los bienes privados. Así Santiago Daguerre -atención al apellido- el 7 de enero de 1809 solicita la esención de pagos en el Ayuntamiento porque son muchas sus penorias ya que "fue saqueda la casa", y así como otros que hacen lo mismo por "haver experimentado en esta época grabísimos desfalcos y perjuicios en sus casas".
Es posible que las autoridades de la ciudad nombradas, y algunas electas, para canalizar el tumulto, se unieran a los sublevados, incluido el mismo Corregidor, y que las mismas buscaran armas en la Ciudad de Zaragoza "necesarias para (los) habitantes". Al Corregidor, D. Santiago de Suso y Unda, lo encontramos de boda y firmando como testigo unos días antes, el 21 de mayo de 1808. Fue en el enlace de dos distinguidos jóvenes de familias de gran peso político en la población, las de los Martínez de Sicilia -destacados afrancesados- y la de los Santa Cruz -conocidos"liberales"-. La hija de los matrimoniados sería famosa al casarse años después con el General Espartero. Fechas más tarde se dijo que el Corregidor había huido a la zona "patriótica".
Los militares franceses inician la represión el día 6. En busca de fusilados se han consultado los Libros de Difuntos de las parroquias y se ha concluido que se anotan en torno a una docena. (La Rioja, 6-VI-1908) Investigadores posteriores aumentan considerablemente las cifras, que parece que superan el centenar. Nosotros sabemos los nombres de cinco, pero como no nos dicen nada, simplemente nos limitamos a recogerlos. Son estos: Bernardo Fernández, Joaquín Guerrero, Juan de Cabezón, Manuela Legarzu y Manuel Orte. Serían los héroes logroñeses de la Independencia. Al no pertenecer, posiblemente, a los grupos distinguidos de la ciudad, no se acordaron nunca de ellos, ni se les gratificó. Son otros de los que engrosan el grupo de los silenciados riojanos.