Casa de GALO POBES QUINTANO en Ollauri. Uno de los grandes 'viticultores riojanos' en la Iª República y sus años posteriores. La fotografía está tomada de 'Casas Solariegas de La Rioja' de Juan Díez del Corral. ¡Muchísimas gracias por la foto y por tu encomiable trabajo!
LOS JORNALES
Los jornales, por término medio, se pagan a los siguientes precios : en septiembre a 4 reales; en octubre y parte de noviembre, es decir, durante la vendimia de 9 a 12 rs. desde noviembre a fin de enero 5 rs. desde febrero a agosto, es decir, durante las faenas de la cava y poda de las viñas, siembra de huertas y recolección de cereales, 8 rs. En los censos de población de los últimos años aparecían clasificados 21.000 jornaleros (el 12 % de la población).
Cada hectárea del terreno dedicado a la agricultura produce, por término medio, 11,64 hectólitros de trigo, 20 de cebada, 30 de avena y 40 de maíz. Por cada hectárea plantada de vino produce 84 litros o 5 cántaras del país. La producción de aceite es de 85 litros por hectárea de olivar.
Las tierras destinadas el cereal apenas producen un rendimiento del 6 por 1, mientras que las destinadas a la vid y al olivar la utilidad es mayor. En las 73.612 hectáreas dedicadas al cereal se cosechan en un año regular 113.553 hectólitros. En las 24.380 hectáreas dedicadas a la vid se cogen 20.507.103 litros (1.271.166 cántaras) y en las 3.711 hectáreas de olivar 1.015.710 litros (81.000 arrobas aproximadamente),
"En pocos años se ha visto crecer la población y mejorar considerablemente el estado social del partido de Haro, centro productor de los exquisitos vinos que produce La Rioja castellana. Su exportación estaba reducida antes a unos cuantos miles de cántaras de vino que utilizaban algunos viniculturos franceses a bajo precio, para mejorar los suyos; hoy, no solamente se disputan los comisionistas cosechas más afamadas, que pagan a subidos precios, a precio desconocido en la comarca, sino que elaborado el vino con esmero por algunos propietarios cuidadosos de su hacienda, ábrense nuevos mercados así nacionales como extranjeros, para el consumo de vinos de mesa y delicados; que bien trabajados no ceden ni en sabor ni en condiciones higiénicas a muchos de los que importamos y pagamos a precios considerables. Aparte de los plausibles esfuerzos coronados por el éxito que ha hecho en La Rioja Alavesa propietarios tan distinguidos como el Marqués del Riscal y el Sr. Paternina, a los cuales tal vez se debe la iniciativa de esa industria en la comarca, cuéntanse ya en Haro bodegas afamadas, como las del Sr. Conde de Cirat, cuyos vinos de pasto, conservados hasta diez y seis años, pueden competir, por el gusto y el aroma, con buenos que importamos, como de Bourdeaux, pero a los cuales llevan una gran superioridad por su pureza y baratura."
Efectivamente los productores riojanos alcanzaron una honda cultura de exhibición de sus frutos e ingenios durante la segunda mitad del XIX. Estuvieron en numerosas 'muestras' Nacionales e Internacionales, e incluso organizaron, dirigieron y visitaron un par de ellas en su propia 'casa', en su capital, Logroño.
Llevaron productos a dos Exposiciones Nacionales de Madrid: antes -Exposición Agricultura de 1857- y después -General Vinícola de 1877- de la Iª República. A tres Internacionales: antes -la de París de 1867-; y después de la República -en el año 1900 del fin del siglo XIX en esta misma capital; y la Internacional de Barcelona de 1888. Finalmente a dos celebradas en nuestra Comunidad en el siglo XIX: la de 1880 en Logroño y la de 1884 en Haro.
La presencia del vino en 1857 en la Expo de Madrid es muy escasa, por el contrario en la Exposición Nacional Vinícola de 1877 -cuatro años después de desaparecida a República- se manifiesta el 'boom' del vino riojano. Se presentan cosecheros de 49 pueblos y son premiados 185. Los nombres de los premiados riojanos con máxima calificación (AFINACION) son: Narciso Merino (Autol), Francisco Ruiz (Cenicero), Cipriano Fernández Bazán Medinilla (Fuenmayor), Conde de Cirat y Villafranqueza (DOS - Haro), Galo Pobes y Quintano (TRES - Ollauri).
La euforia de los periodistas de 'El Imparcial' sobre el vino riojano -en su reportaje de 1878- está más que justificada. Logroño está libre de la filoxera y en plena expansión de plantaciones nuevas. Y los cosecheros triunfan con sus vinos, sin duda, en pleno apogeo. Es un momento dulce de la vitivinicultura riojana. Y sí, está en plena expansión el Conde de Cirat y Villafranqueza, pero el gran triunfador es Galo Pobes y Quintano, la máxima figura de vitivinicultura riojana en estos años.