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Proclamación Primera República
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La Segunda República en Logroño
De los Basses Pyrénées a Pamplona
Postal de Jesús Ruiz del Río desde Pou

Tarjeta postal desde PAU (Francia)



La tarjeta postal, Made in France – Fabriqué en France, está firmada por Jesús. Lleva matasellos de PAU - Basses Pyrénées con fecha del 29-XII-1930. Se dirige al Sr. Don Basilio Gurrea, Dentista. Muro de la Mata, Logroño (España).

El anverso presenta la sólida imagen de la Église de la Madeleine en París, construcción clásica griega de templo octástilo. Lo escrito a mano en el reverso es: “29-XII-30 Pau | Queridos Basilio, Domingo, Alberto y demás detenidos. Desde este refugio forzado, a donde he llegado de Hendaya, a pasar unos días os envío mi cordial saludo. Como las columnas de la foto, hay que mantenerse firmes para después del hermoso prólogo conseguido, realizar la obra decisiva. Desde Hendaya en articulación con Madrid, en donde dejamos establecida la reorganización, seguimos trabajando con gran optimismo. El asunto está cada día más propicio, y con un poco de suerte que nos acompañe el corte es seguro. Pero sean cuales fueren las dificultades hay que proseguir hasta el final. O la proclaman, que elijan. Un abrazo.”

La postal, conservada en el domicilio familiar de uno de los “queridos” del encabezamiento, resume el momento histórico riojano tres meses y medio antes de la proclamación de la II República en España. En la capital de La Rioja, a finales de 1930, hay 23 detenidos, y un exiliado residente en Francia contacta con ellos, con el trasparente medio de una tarjeta postal abierta a la lectura de todos, para transmitirles optimismo y exigirles firmeza. ¿Qué sucede en Logroño al finalizar el año treinta y quiénes son el emisor y los destinatarios de la tarjeta?

El gran salto hacia adelante se genera durante el desarrollo del diseño electoral del Almirante Aznar, ya en el año 1931. El calendario de votaciones arranca con Elecciones Municipales para el 12 de abril. En la capital, Logroño, se proclaman únicamente dos candidaturas autodefinidas como antimonárquica y monárquica, y el mismo esquema se generaliza en la mayoría de las poblaciones provinciales. En la primera candidatura para formar el Ayuntamiento se conjugan, con consenso, republicanos de las tres tendencias y militantes socialistas, en proporciones numéricas muy ajustadas. Los republicanos históricos aportan ocho candidatos (Partido Radical, siete; Derecha Liberal Republicana, uno). Los nuevos republicanos, después Radicales Socialistas, seis. Los “renegados como monárquicos”, ahora en Acción Republicana, cinco. Tres son afiliados del Partido Socialista Obrero Español. En las listas están todos los nominados en la postal y buen número de los que estuvieron presos cuatro meses antes, en diciembre de 1930. Son elegidos como Regidores –de un total de veintiocho- veinte pro republicanos, entre ellos todos los de la tarjeta. Con el éxito de los antimonárquicos “nada detonó, descontados algunos cohetes y bombas (hoy decimos petardos) con que a las siete de la tarde se festejó el éxito”. La euforia se extendió a toda la provincia por los resultados similares, con algunas excepciones, caso de Arnedo, cuyas irregularidades electorales de abril, medio año después (5-I-1932), estallaron en trágicos sucesos.

En la tarde-noche del 14 de abril de 1931 se proclama la República en Logroño entre manifestaciones, bandas de música, conciertos y bailes; emociones de todo tipo; y avisos agoreros de los perdedores, tal como he relatado en otra publicación editada en los años ochenta. El autor de la tarjeta con la que arranco en este apartado, Jesús (Ruiz del Río), es el protagonista principal de los actos de la proclamación al que acompañan muchos otros por las calles y algunos en el balcón del Ayuntamiento a las 24 horas del día 14. Basilio, Domingo y Alberto y otros detenidos serán proclamados Concejales en la mañana del día siguiente. La afonía del comerciante de electrodomésticos Amancio Cabezón (primer Alcalde de Logroño electo de la II República y uno de los detenidos en la Cárcel Modelo) por tanto gritar “¡Viva la República!” en la noche anterior, no le impidió repetir el mismo ¡Viva! en el salón de sesiones municipales.

La Gaceta de Madrid, (17-IV-1931) mandaba a  Jesús Ruiz del Río a Pamplona. El Gobierno Provisional de la República le nombraba el 16 de abril de 1931 Gobernador Civil. En tres meses y medio pasaba del exilio en PAU - Basses Pyrénées (Francia) al sillón civil supremo de la difícil capital de Navarra en estas fechas. “Liquidé  -(esta “canonjía”, diría años después (18-VII-1933)-, con un déficit de mil quinientas pesetas que tuve que enviar al habilitado por carecer de consignación para gastos de automóvil, del que tuve que hacer uso para recorrer constantemente toda la frontera francesa en evitación de contrabando de dinero y de armas”. Así eran los políticos de aquellas fechas.


El proceso histórico riojano, hasta llegar a la situación política de la fecha de la postal con el año treinta vencido (22 de diciembre), es largo, y aunque se focaliza en el régimen dictatorial de Primo de Rivera y en la dictablanda de Berenguer –en especial-, deviene de precedentes e inquietudes de todo tipo anteriores que deben ser señaladas.

En las crudas noches invernales de los últimos meses de 1922 y de los primeros días de 1923, como en otras muchas ocasiones anteriores, el salón del primer piso del Café de los Dos Leones sirvió de centro de reuniones para un grupo de logroñeses inquietos. En estas ocasiones trataban de conformar un Ateneo dinamizador de la demanda cultural de la ciudad en el que se ofertara lectura, debates, conferencias y opiniones,… y formación de todo signo y contenidos. La idea había sido lanzada por el dinámico industrial de Artes Gráficas, Zóximo Notario, el editor de la revista anual más destacada de la historia de la región, Rioja Industrial, auxiliado por algunos otros. El diario local La Rioja, de la familia Zaporta, abrió sus páginas a favor de la noticia, las iniciativas y los empeños. Y muchos vecinos de la ciudad, movidos unos por la memoria nostálgica del primer Ateneo (Ateneo Logroñés) de la localidad de hacía casi cuatro décadas, pero los más por la avidez regeneracionista intelectual y cultural de la época, aportaron su apoyo, parabienes y congratulaciones. Los Reyes Magos del año veintitrés, 7 de enero, trajeron un Reglamento y una Junta Directiva, y se constituía la nueva Sociedad cultural y recreativa, inscribiéndose en el Registro de Asociaciones, el 16 de enero de 1923.

El núcleo directivo inicial estaba formado por altos funcionarios públicos, por profesoras/res de la Escuela Normal, por profesionales y empleados locales conocidos y acreditados y por jóvenes orientados por fervores literarios e instructivos. La nueva institución echaba a andar con un sólido ramillete de personalidades locales de toda condición social en la dirección, aunque se notaran ausencias notables, como catedráticos o profesores del Instituto y miembros de la Iglesia Católica. El éxito fue mucho más allá de lo esperado y pronto se rellenaron más Boletines de Inscripción de Socios de los supuestos y se airearon apoyos económicos y de material para su archivo y biblioteca. El Secretario de esta primera Junta era el abogado Don Jesús Ruiz del Río, precisamente el firmante de la tarjeta postal que llegaba a Logroño desde PAU - Basses Pyrénées (Francia) al final de enero de 1930.


Tres décadas de cambios estructurales

Logroño-capital es el modelo de los cambios que trajo la modernidad en las tres primeras décadas del nuevo siglo, pero la tendencia se comprueba también en las poblaciones provinciales más dinámicas de la ribera del Ebro (Calahorra, Haro, y también en Cenicero, Fuenmayor, Navarrete,…). Las transformaciones operadas en la estructura económica, palpables en el documento elaborado para la Elección de Senadores analizado en el párrafo anterior, se infiltran también en las superestructuras ideológicas plasmadas y practicadas en el Ateneo Riojano, y más acentuadamente aún, en las nuevas organizaciones políticas que nacen con el año y en los revitalizados agentes sociales. El año treinta es la eclosión del republicanismo riojano, bien en su vertiente tradicional, practicado con mayor o menor éxito durante las tres primeras décadas del nuevo siglo inspirado por el “espíritu del 73”, bien en la nueva versión dual, del abrazado, de nueva planta, por las generaciones más jóvenes bien formadas en el primer tercio del siglo XX, o por los desengañados de la “vieja política” restauracionista desguazada por la Dictadura. Los nombres recogidos en la tarjeta postal llegada de Francia están detenidos por ser los presuntos activistas logroñeses a favor de la sublevación antimonárquica acaecida en Jaca al amanecer el día 12 de diciembre de 1930. Los cuatro nombres propios del encabezamiento cubren el espectro republicano provincial en dos terceras partes. Sólo faltan los que llegan al republicanismo por el desengaño. El destinatario de la postal, el dentista Basilio Gurrea, es el arquetipo ejemplar del republicanismo riojano tradicional –histórico- o de aquel que aún seguía inspirado en el “espíritu del 73”. Jesús, el firmante del mensaje, y Domingo y Alberto, los otros dos “queridos” de la misma, pertenecen al grupo de los jóvenes, de “los cuatro gatos” -por eso del decir que eran muy pocos-, llegados en solicitud de República en la década de los Veinte. En el encabezamiento genérico de la tarjeta, “y demás detenidos”, entran en torno a una treintena de correligionarios de ambas corrientes pro republicanas que fueron recluidos en la cárcel provincial por suponerles implicados en la trama.

Basilio Gurrea, el dentista de Muro de la Mata en Logroño, disfruta de un currículo político de largo alcance cuando llega el invierno de la sublevación de Jaca. Aparece en mi relato desde el año tres participando en el poder municipal con frecuencia, y como protagonista, polémico, de la actividad social ciudadana casi siempre. Ha compartido la cabeza del republicanismo provincial (con Francisco Zuazo, Florencio Bello,… y otros) durante más de un cuarto de siglo. El abogado Jesús Ruiz del Río, de Murillo de Río Leza, aflora como líder ahora –año treinta- consolidando una capacidad organizativa propia de un profesional de Gestoría, de lo que vive. Alberto (Herce Cabredo) es su mano derecha como empleado de su despacho y Domingo (Martínez Moreno) es otro letrado logroñés emergente en estas fechas. El activismo del trío, bien acompañado por otros profesionales e industriales, posibilita la proliferación de organizaciones republicanas en la provincia. Antes de Jaca, desde marzo de 1930, ya se dice que la Federación Republicana de La Rioja (creada en septiembre de este mismo año) representa a 66 agrupaciones locales de este ideario, y el guarismo se acrecienta a medida que se avanza hacia la fecha de las elecciones que trajeron la proclamación de la República. Es “el hermoso prólogo conseguido”, tal como se escribe en la postal. Los datos se ajustan a las inscripciones oficiales del Registro de Asociaciones de la Provincia, y se confirman, aún mejor, cuando se definen las candidaturas antimonárquicas para las elecciones municipales del 12 de abril de 1931. El cénit del “hermoso prólogo” se alcanza en la Huelga General tras la ejecución de Galán y García Hernández. Logroño, y otros municipios riojanos, se paralizan durante cuatro días, y los entrañables momentos de las fiestas navideñas del año final de la tercera década son compartidos en prisión entre los más señalados activistas republicanos del pasado y del presente, así como del movimiento obrero local socialista. Se tiende hacia la normalización, y el día 27 son puestos en libertad el grueso de los apresados (hasta 17), mientras que media docena, por lo menos, pasan a la Cárcel Modelo madrileña (los cuatro nominados de la tarjeta, más Amancio Cabezón y Ángel García Benito de Villamediana). La siembra de republicanos se extiende hacia los riojanos del sector liberal amosista desengañados con la monarquía y se crea el partido de Acción Republicana de inspiración azañista, bajo el liderazgo del arquitecto y ex-diputado restauracionista Amós Salvador Carreras, al que se unen las burguesías y clases medias de profesionales e intelectuales liberales de antaño, de antes de la Dictadura de Primo de Rivera, bajo la presidencia provincial del tantos años catedrático de matemáticas del Instituto logroñés Benigno Marroyo Gago.