Hacía muy poco tiempo que la empresa madrileña S.A.G.E. (Sociedad Anónima General de Espectáculos) se había hecho cargo de las programaciones de cuatro locales de espectáculos de Logroño-capital: los Teatros Bretón de los Herreros y Moderno, el Cinema Beti-Jai y el Cinema Social. Para potenciar la asistencia de los espectadores estaba programando esmeradamente tanto en cinematógrafo, como en obras de representación: comedias, tragedias, revistas y varietés.
En este contexto, y como "Fin de Fiesta", dicha empresa presenta en la cartelera del Teatro Moderno el espectáculo en el que participa "La diosa de ébano". El 10 de abril de 1930 fue la noche de Josefina Baker. Actuó en dos sesiones: la de vermouth y la de noche.
En la semana previa la prensa recoge por adelantado la presentación de "la bailarina de los reyes y los emperadores". Insiste en que la actuación de "la estrella negra" es por un sólo día y que "será el espectáculo del año".
Y lo fue. Por Logroño pasó "la Baker" y dejó todo tipo de admiradores y de comentarios. Fue un programa que no se repitió jamás. El éxito de público fue total y se agotaron todas las entradas para las dos sesiones, vendiéndose incluso en días anteriores al espectáculo.
Esta es la crítica que se hizo de la celebración en el periódico "La Rioja": Llegó el día señalado para que el público logroñés pudiera admirar
el arte de la estrella morena tan pomposamente elogiada por todos los públicos. La fama no ha exagerado al ponderar las cualidades de danzarina exótica de que se ha rodeado a su persona. Josefina Baker, que es una mujer guapa, baila haciendo contorsiones insospechadas y saltos raros, que impregnan de una belleza especial las últimas posiciones que en su ejecución llega a adoptar. Canta con voz realmente agradable diferentes composiciones con letra inglesa, que ponen de relieve un temperamento artístico depurado, en las que la justeza del gesto juega un papel muy importante y, por último, en el charlestón ejecuta piruetas celebradísimas. El público, que en ambas secciones llenó el Teatro Moderno, aplaudió frenéticamente a "la Venus de ébano", justo premio a su arte, belleza y simpatía.
"La Rioja " [Logroño, 11 de abril de 1930]. ESPECTÁCULOS