GRAFICA. Hemos considerado tres variables de los balances de la Sucursal en los 17 primeros años (1892-1908) de sus operaciones.
Los
GASTOS -línea roja- son muy similares durante todo el tiempo: unos miles de pesetas por debajo de las cincuenta mil. Proceden del gasto de personal, oficina y pagos de alquileres y mantenimiento. Arranca su funcionamiento con cuatro empleados: Director, Antonio de Hornedo (en su ausencia se ocupará del cargo el Administrador José Francés); Interventor, Tomás Marín; Cajero, Luis María de Ramón; y Secretario, Antonio Llorca.
La gráfica de
BENEFICIOS -línea azul- señala un septenio en crisis que corresponde con el último lustro del fin del siglo y algunos años del siglo XX (desde 1895 a 1902). Sus causas están en los problemas agrícolas finiseculares, en la llegada finalmente de la filoxera y en las situaciones diplomáticas, políticas y comerciales de estos años. En especial de los cambios en los Tratados Internacinales de Comercio. Los ingresos de fondos en la Sucursal del Banco en Haro disminuyen sensiblemente. Dibujan perfectamente la crisis. Como también se refleja en la Sucursal de la capital, Logroño.
La crisis afectó a todos, agricultores, industriales, comerciantes y también al Banco de España. La gráfica de
RESULTADOS -línea negra- se esconde durante los siete años de crisis con resultados negativos, o sea, pérdidas, para la sucursal del Banco en Haro, alcanzando hasta casi veinticinco mil pesetas en el año que llegó la filoxera a la provincia, el del final del siglo, 1899.
ALGUNAS REFLEXIONES
Encontramos en el diario de Logroño "
La Rioja", 6 de julio 1902, esta noticia: "Unas y otras casas emprenden obras de importancia colosal. Ayer, la
Vinícola del Norte de España construía nuevos edificios, vastos almacenes para el desarrollo de sus negocios; hoy, las
Bodegas Bilbaínas y el
señor Etcheverría anuncian obras nuevas, el señor
López de Heredia comenzará muy pronto otras que tiene en proyecto".
Con la crisis de abundancia de excedetes sin salida las burguesías jarreras vinicultoras replantearon de otra manera sus negocios y también el uso de sus capitales. En lugar de depositarlos en acciones en el Banco ¿por qué no modernizar sus infraestructuras industriales? Y eso es lo que parece que hicieron a principios del siglo XX con las nuevas obras en las Bodegas para así "criar" sus caldos y mejorar su calidad convirtiéndolos en "vinos finos". Es la otra cara de la crisis finisecular y de la filoxera: la modernización del sector.

Haro fue una de las pocas ciudades españolas que no siendo capital de provincia tiene Banco de España antes de finalizar el siglo XIX.
Y es que fue una población bollante en las dos últimas décadas del XIX desde que se asentaron en ella "los comisionados franceses" en busca de vino y uvas para sus "Chateau". Y aunque la vinicultura (las bodegas) es su industria estrella, no es exclusiva. Se creó una potente industria del cuero, de los alcoholes; no faltaron las conserveras, así como un inquieto sector financiero y comercial que impulsó la creación de la Sucursal del Banco de España en Haro.
En el Archivo Histórico del Banco de España consta que son estas burguesías jarreras las primeras en solicitar la creación de un Banco de España en La Rioja. Y aunque en 1885 se crea una Sucursal en la capital de la provincia, Logroño, y en ella situaron sus fondos un puñado (13 accionistas) de vecinos de Haro, -eso sí, más del 50 % del capital total- no desistieron de crear otra en su pueblo para reducir costes y riesgos en sus finanzas. Y al fin llegó en un año muy beneficioso para esta población: 1892. La duplicidad supuso un debilitamiento de las dos Sucursales instaladas en La Rioja.
Durante estos años pasaron por la Sucursal del Banco de España en Haro tres Directores: Antonio de Hornedo, el primero al abrirse la Sucursal, Ferrant y Terol, desde el 1 de febrero del año 1902