En la fotografía superior Don Manuel Sanz Beriarin en plena madurez, en sus años de reposo -y de retiro- de la vida teatral y de la escena. Debajo una imagen de la portada de la partitura de la zarzuela que según las crónicas reportó a nuestro tenor uno de los mayores aplausos y éxitos en su trayectoria artística.
Dijeron de sus cualidades
Según Barbieri "su voz era dulce y muy expresiva. Su voz era extensa, menos poderosa que la de Font, pero de una gran calidad, con un sonido aterciopelado que era muy admirado entonces; no era un gran declamador, aunque se fue perfeccionando sin llegar en esta cualidad a las otras grandes voces de la zarzuela como Salas, Obregón, Dalmau o Bergés".
.."el insigne tenor Manuel Sanz con su voz robusta, dramática y pastosa; su arte selecto, y con el sentimiento y el entusiasmo que siempre puso en todas sus interpretaciones aquel gran cantante el más firme sostén, durante muchos años, de nuestra zarzuela clásica"
El año 1844 fue a Madrid, cuando sólo tenía quince años, y tras varias visisitudes logró que le oyeran los maestros Basili e Iradier, el último de los cuales se encargó de darle graciosamente las primeras lecciones de canto.
Con 17 años se traslada a Barcelona (1846) con la intención de marchar a Italia para formarse en la música. Pero resulta que carece dinero y está en edad de 'quintas' y necesita 'un pasaporte'. Se resuelven sus problemas por el amor y el trabajo de cantante de canciones españolas que acompañaba con la guitarra en un 'Café-Teatro' y 'partiquino' en el Teatro Principal. Conoce y se enamora de una muchacha que era hija de un inspector de policía y éste le procuró un pasaporte. Con su trabajo consiguió reunir algún dinero. Así pudo partir hacia Italia.
Con 22 años, 'seis duros', una guitarra, una bandurria y unas castañuelas llegó a Florencia (Italia). Aquí se formó para ser tenor, mientras tanto vivía de sus canciones con la guitarra. En 1851 debutó en el teatro de La Pérgola, en Florencia, cantando en “Il conte di Leicester”.
En 1852 regresa a Barcelona para superar un ataque de ictericia. Poco después es contratado como primer tenor por un empresario de Valencia que le hace debutar en la ópera Atila.
y después, en primavera interpretó “Jugar con fuego” de Barbieri.
En la temporada 1853-54 es contratado como tenor de ópera, con la obligación de cantar zarzuela en el teatro Barcelona, interpretando “El dominó azul”.
De nuevo en Madrid.
Trabaja preferentemente en dos Teatros: 'Circo' y 'La Zarzuela'. Inicia una larga carrera de actuaciones y éxitos en la capital hasta que la enfermedad le retira.
En el teatro Circo, en el año teatral 1854-55 actúa, estrenando “Los diamantes de la corona” de Barbieri y en 1855 del mismo autor 'Mis dos mujeres' y 'El sargento Federico, además 'La dama del rey', zarzuela de Emilio Arrieta y 'El postillón de la Rioja', de Oudrid. En 1858, en el mismo teatro madrileño, lo hace en 'Un pleito', de Gaztambide y 'La sirena', de Antonio Rovira. En la temporada 1862-1863 retornó al escenario del Circo para representar: 'Galán de noche'; 'La tabernera de Londres'; 'Si yo fuera rey' y 'Un trono y un desengaño'.
En el teatro de la Zarzuela interpreta 'Cuando ahorcaron a Quevedo', de Manuel Fernández Caballero (Año 1856);
'La corte de Mónaco', de Saldoni, y 'Los magyares', de Gaztambide (ambas de 1857);
(y en 1858) 'El planeta Venus', de Arrieta; 'Amar sin conocer', de Gaztambide y Barbieri.
Otra vez en la Zarzuela, en las temporadas de 1860 a 1862 participa en: 'El diablo las carga'; 'Gil Blas'; 'Anarquía conyugal'; 'Un tesoro escondido', y 'El agente de matrimonio', firmadas por Gaztambide, Barbieri y Arrieta.
"A la orilla del Ebro niña te vi (bis) y quedé en el instante muerto por ti, pues mortal fue la herida que hizo tu amor, ya que amándote, muero, ten compasión, ten compasión, no escodas, no, la luz de tus ojos serenos. Ay! porque di tanto rigor, ay! muestra tu risa de amor.
Lejos ya de nosotros vano disfraz. (bis) el amor de mi alma tuyo será y sin miedo al ingrato fiero desdén hoy me siento dichoso con tu querer. Cantad a quien logró vencer rigores de ingrato desvio. Cantad, cantad, suene do quier los ecos de amor y placer."
El "mundo andaluz" de Manuel Sanz
Además de ser tenor, Manuel Sanz compone canciones de estilo andaluz. La Biblioteca Nacional conserva decenas de libretos escritos por el riojano entre 1850 y 1876. Aquí mostramos dos: ‘Las ligas de mi morena’ -izquierda- y ‘El calesero de Cádiz’ -derecha-. Otros títulos son: ‘Diego Corrientes’, ‘El matón’, ‘La cigarrera de Cádiz’, ‘El sentensiao’, ‘La caracolera’,, ‘La mala jembra’, ‘La moza’, ‘La ramilletera’, ‘La sal de la canela’ o ‘El reo de muerte’...