En las primeras décadas
de la Restauración llegan a La Rioja un grupo de navarros de las
poblaciones más cercanas al entorno de la ciudad de Logroño,
para trabajar en distintos sectores, bien como empleados o bien como ayudantes
de familiares, que a finales del siglo y en años posteriores terminan
incluyéndose en los grupos burgueses riojanos más dinámicos
e influyentes.
El caso de Félix Azpilicueta Martínez es uno más,
como lo es también el de
Saturnino Ulargui Ochoa, los abuelos de Mateo-Sagasta,... de los varios
documentalmente confirmados a finales del siglo y durante el XX.
En el año 1881 funda su
propia Bodega registrando la marca "
Bodegas del Romeral", para
progresivamente irse asentando en la industria local de la población, y también en algunas otras de la provincia, como en Alfaro que
invierte con otro socio en el área de las conservas.
En los años finales de la década de los veinte su patrimonio
es muy considerable, y por ello en 1929, con un capital inicial muy destacado
de seis millones de pesetas, crea con otros familiares las "
Bodegas el Romeral. Félix
Azpilicueta Martínez".
La Bodega se consolida en la población de Fuenmayor y llega hasta hoy (2009), participando en los movimientos de concentración de Bodegas en los
años más destacados de la vitivinicultura riojana, con la fundación
de las
Bodegas AGE. (La primera letra, la A, corresponde a Azpilicueta)