Además de en Logroño,
se crearon en otras poblaciones de la provincia, distintas Casas de Banca.
Algunas desempeñaron un papel destacado en la potenciación
económica de las zonas donde tenían su sede social. Esta
es una breve nómina por la localidad en donde se domiciliaron:
En Haro existieron a lo largo del siglo XIX y primera mitad del
siglo XX, al menos dos Casas de Banca: la de Bidart y Etcheverría
y la de Roig. La primera corresponde a dos destacados y dinámicos
industriales y comerciantes con una amplia diversificación de actividades,
y entre ellas la del negociado de banca. Junto con Bautista Bidart y Chacón,
Etcheverría y Aigueró cotiza como banquero desde por lo
menos el año 1875. Desaparecido el fundador continúan sus
sucesores con el nombre de Hijos de Etcheverría (C/ de la
Vega, 48), desde el 3 de septiembre de 1891 con un capital social de 180.000
ptas aportado por tres socios. La Banca de Francisco Roig Marcer, inicia
sus actividades en torno a 1878 y continúa con su expansión
hasta el siglo XX. En 1910 se denomina "Francisco Roig e Hijos"
y cotizan como comerciantes banqueros. En los años veinte la casa
se llama "Alberto Roig - Haro" y se considera fundada
en el año 1858.
En Santo Domingo de la Calzada el primer comerciante banquero es "Miguel Poves y herederos" que contizan como tales en
los primeros años del siglo XX. Pero la casa de Banca más
destacada se asocia con la familia Ferrer. Conocemos las operaciones de
esta última desde 1927, operando ya con el nombre de "Hijo
de Juan Ferrer", dedicado, según sus propios anuncios,
al comercio -desde 1870- y a la banca. Es correspondal del Banco de España
y adminte cc. y de ahorro, además de imposiciones, descuentos,
préstamos, negociado de letras y giros, ... En los años
de la Guerra Civil siguió funcionando bajo la misma denominación.
Según el Registro Mercantil fue registrada el 11 de noviembre de
1949 la sociedad regular colectiva con la denominación de "Banca
Ferrer y Cía" regentado ahora por sus sucesores, hasta
que se disuelve el 12 de marzo de 1958.
En Calahorra se crea la Casa Moreno y Cía que termina
convirtiéndose en el Banco Cantábrico, que fue la última
de las Casas bancarias de La Rioja en ser absorvida por la gran banca
nacional.
En otras poblacines como Ortigosa, Cervera de Río Alhama
y Arnedo cotizan como comerciantes banqueros algunos particulares
en las primeras décadas del siglo XX, pero de manera esporádica.
Unicamente los "banqueros" de Ortigosa se consolidan en el negocio, pero
ya en Logroño, al asociarse con los Herrero.