La agricultura riojana. DIVERSIFICACION
Y ESPECIALIZACIÓN. (2ª mitad del siglo XX)
El sector primario riojano se transformó después de los años cincuenta del siglo XX. Ajustes positivos de todo tipo llevaron a su agriculutura hacia la modernidad. Se aumentó la productividad, al liberarse un amplio número de activos, que aunque en 1960 aún eran el 44,5%, en 1981, ya sólo eran del 19, y la progresión ha continuado.
El desiquilibrado sistema dual dio paso a una estructura asentada sobre cuatro pilares selectivos no sólo en cuanto al tipo de cultivo, sino también en el uso y ubicación del terrazgo. El Mapa de los años noventa del siglo XX es diverso y especializado.
El desiquilibrado sistema dual dio paso a una estructura asentada sobre cuatro pilares selectivos no sólo en cuanto al tipo de cultivo, sino también en el uso y ubicación del terrazgo. El Mapa de los años noventa del siglo XX es diverso y especializado.

Otros indicadores concluyen, también, en la modernización de la agricultura riojana durante la segunda mitad del siglo XX. La aportación de los principales grupos de productos a la producción final agraria es tan diversificada, e incluso equilibrada, en los años ochenta, obviamente, como el mismo uso que se hace del suelo. De una aportación dual mayoritaria, en torno a tres cuartos de la producción total agraria, apoyada sobre el sistema de cereales (55,6% y el viñedo (18 %) de mediados de los años treinta, se pasa a otra muy distinta repartida entre los cautro productos más cultivados: las hortalizas (+ - 30%), el sitema de cereal (+ -24%), el viñedo (+ -20%) y los árboles frutales(+ - 13%). Y hasta los tubérculos y raíces para el consumo humano rondan porcentajes de dos cifras.
Pero además, esta diversificación y equilibrio de la agricultura riojana de los años ochenta, se hacen extensivos al territorio y a la distribución general de la superficie de secano y de regadío. Esquematizando al máximo, se puede afirmar, que los municipios de La Rioja Alta se especializan en viñedo, patata, remolacha y trigo-cebada; los de La Rioja Media en viñedo, cereales, productos de la huerta -particularmente pepinillo, puerro y zanahoria- y árboles frutales -sobre todo el cerezo-; y los de La Rioja Baja, en la zona de Calahorra se dedican mayoritariamente a la huerta, en la de Arnedo a los almendros, espárragos y ciruelos, y en la de Alfaro a los cereales de todo tipo, las plantas forrajeras y los frutales varios.
La mitad del secano -el 75% del total del suelo usado- se cultiva con cereales; un caurto con viñedos; y un 10 % con almendros. El regadío sirve aún en un cuarto por ciento para cereales, mientras que la huerta se planta en un 20 % y las patatas en un 16 %. La remolacha y los frutales absorben el resto del regadío.
