¡Nunca se supo más de él!
Bonifacio
Montalvo García, de 51 años, Alcalde de Ribafrecha, desapareció.
La noticia llegaba a la capital el día 21 de enero 1910 de esta forma: "Desde las siete de la mañana de ayer falta el alcalde del pueblo, sin haber dado aviso a nadie y sin que se sepa su paradero; cosa extreña, pues siempre avisa donde va; además ayer dejó las llaves puestas". Nunca más volvió a su casa.
Se dieron opiniones para todos los gustos: desde el asesinato hasta el suicidio,
pero resultó que nunca se aclararon los hechos y la familia se vistió
de luto dándole por muerto.
Los defensores de la hipótesis del asesinato culparon a las disputas
políticas emanadas de unas elecciones municipales recientemente celebradas.
Los que se inclinaban por el suicidio nunca pudieron dar con el cadáver.
Fueron inútiles todas las detenciones e interrogatorios efectuados
por la Guardia Civil tanto entre los vecinos del pueblo como entre los de
las poblaciones cercanas. Igualmente resultaron baldíos los reconocimientos
de casas, pisos, pozos y posibles lugares que pudieran enmascarar sus restos.
El Juez Insstructor nombrado al efecto tampoco consiguió nada. E incluso el concurso de pitonisas y adivinadoras a las que también
se acudieron. Ninguna pista tuvo efectos positivos.
¿Fue asesinado y su cadáver cubierto con cal viva?
El enigma nunca se resolvió, y el autor o autores se llevaron la verdad a la tumba, como al propio Alcalde.
¡¡Son cosas de los años diez del siglo XX!!. En este caso relacionadas con La
Rioja.