Regenta de la Escuela Aneja a la Normal de Maestros de Logroño fue una de la mujeres más inquietas del asociacionismo femenino riojano de la primera mitad del siglo XX. Se mueve en las dos grandes áreas propias de su profesión: los alumnos y los maestros.
BiografíaNavarra, natural de Villafranca, nace el 8 de febrero de 1877. Se forma en Zaragoza, con notas brillantes, por las que consigue matrícula gratuita del Ayuntamiento de Zaragoza en el tercer curso -año 1893- y el Premio del Patronato Marqués de Urquijo el 22 de octubre de 1894, terminando la carrera de Maestra Nacional el 11 de marzo de 1898. Desarrolla su actividad profesional en tres poblaciones: en Arguedas (Navarra) donde obtiene por oposición la plaza de la Escuela de niños permaneciendo en el puesto entre el 12 de mayo de 1898 y el 19 de diciembre de 1899; en Montaña (Zaragoza) donde obtiene, también por oposición, el mismo cargo y plaza, ocupándolo desde el 18 de diciembre de 1899 hasta el 24 de abril de 1902; y en Logroño, alcanzando por oposición el puesto de Maestra Regente de la Escuela práctica agregada a la Normal de Maestros el día 14 de abril de 1902 en el que permanece hasta su jubilación, a los setenta años, el 8 de febrero de 1947. Su carrera profesional en el Magisterio abarca un total de 48 años, tres meses y 13 días.
Estuvo casada con Félix Halli Nicolás -natural de Aberin (Tierra Estella), también Maestro Nacional, aunque trabajaba como Tenedor de Libros en las Bodegas Franco Españolas. Tuvieron dos hijas.
Durante los cuarenta y cinco años que dirige la Escuela Práctica agregada a la Normal de Maestros en la ciudad de Logroño organiza y participa en muy variadas actividades extraescolares educativas, siempre con un marcado carácter de renovación pedagógica, además de aquellas derivadas de su titulación. En este último aspecto participa como Vocal en diferentes Tribunales de oposiciones del Distrito Universitario de Zaragoza para la selección de Maestros de Escuelas (1912 y 1915) e imparte clases de Geografía e Historia, tanto general como de España, en la Escuela Normal.
Pero donde destaca profesionalmente es sobre todo en las actividades extraescolares con alumnos y maestros de la Aneja. Organiza exposicones de trabajos de alumnos y profesores, "fiestas de niños", y otras iniciativas, entre las que destaca la dirección de la Colonia Escolar de 46 días durante las vacaciones del verano de 1913 en "El Rasillo" (La Rioja), que se recuerda en la imagen superior.
El campo que a nosotros nos interesa en especial es el relacionado con su participación en el asociacionismo riojano durante la primera mitad del siglo XX.
En el año 1922 se pide o propone la concesión de la Cruz de Alfonso XII para Juana Modroñero por la "Acción directa, alma y vida, de las obras extraescolares, como son la Cantina Escolar, el Ropero, la Biblioteca y la Mutualidad Escolar" de la Aneja de Logroño. Estas son las principales actividades asociativas pedagógicas en las que participó, además de hacerlo en algunas otras de carácter más general.
Juana Madroñero pertenece a la Junta Provincial de Protección a la Infancia desde que se crea en 1908 (Ley del 31 de diciembre de 1908). Primero como Vocal electo en representación del Claustro de Profesores de la Escuela Normal de Maestras, después -desde el 28 de mayo de 1920 hasta el 13 de diciembre de 1930 que dimite- en representación de las madres de familia; y finalmente, desde el año 1932, como parte integrante del Patronato de la Cantina Escolar, continuando durante y más allá de la Guerra Civil en este mundo asociativo.
Las asociaciones que preside Juana Madroñero, están directamente unidas a su labor profesional. Cronológicamente fueron La Cantina Escolar (1911), el Ropero Escolar, la Biblioteca, la Mutualidad Escolar Francisco Martínez-Zaporta (13 de septiembre de 1917) y la Casa del Maestro (1 de mayo de 1931).
La actividad asociativa más destacada es la desarrollada en la Asociación "La Cantina Escolar" que dirige durante toda su vida profesional en Logroño. Esta institución benéfica se ocupa de "auxiliar a los niños pobres que asisten a las escuelas públicas proporcionándoles alimento suficiente y nutritivo, sobre todo en los meses del invierno; favorecer al niño cuando éste no encuentra en casa ni cariño, ni alimento, ejerciendo sobre él una acción moralizadora." Creada el 15 de diciembre de 1911, prolonga sus existencia hasta finales de los años setenta en plena transición democrática. Está promovida por la "Junta de la Protección de la Infancia", y más tarde financiada por el Patronato de una Obra Pía creada como institución benéfica particular al legar sus fondos "el Ab-intestato de D. José Palacios". Su protección se extiende a más de un centenar de niños y niñas, llegando en su mejores momentos en los años de la IIª República hasta unos 250.