Restauración borbónica

En el medio siglo de la Restauración conviven diferentes movimiento políticos, que en unos casos son transformaciones de ideologías anteriores y en otros interpretaciones novedosas de la realidad política. De modo resumido son los siguientes:
:: Los moderados de los años de la Unión Liberal y la década moderada que renacen en los primeros años de Cánovas en el poder
:: Los liberales procedentes del monarquismo del Sexenio, que tras sucesivas denominaciones terminan aceptado este nombre.
:: Los republicanos, restos de los años de la Primera República que viven excindidos hasta los años puente de los dos siglos
:: El carlismo alejado de las armas; y finalmente
:: El incipiente movimiento obrero que en los años finales e iniciales de la segunda y tercera década del siglo XX tendrá su primera eclosión participativa en la escena política.
MODERADOS OROVISTAS
El pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto en favor de Alfonso XII, hijo de la Reina destronada, parece que irritó a Cánovas que buscaba una instauración monárquica sin la intervención de los "Generales". De cualquier forma Cánovas del Castillo muy pronto se puso al frente de la nueva situación y formó un Gobierno en el que de nuevo participaba el riojano Manuel Orovio como Ministro de Fomento. Esto supuso que en La Rioja retornaran los caciques moderados del pasado y dominaran la escena política provincial hasta la muerte del joven Rey.
Los familiares y "amigos", del ahora Marqués de Orovio, coparon la administración local y provincial y también los asientos de las Cortes, con viejos conocidos de la política provincial como el Marqués de Vallejo o Víctor Cardenal. Parecía como si no hubiese pasada nada en los últimos siete u ocho años anteriroes. Δ
LIBERALES
Sagasta, principal artífice del Sexenio, vivió recluido en su escaño de Diputado, apoyado por su feudo zamorano, durante los primeros años de la Restauración. Su relativa ociosidad propició el nacimiento de su hija y también una amplia participación en los grupos de la masonería nacional, a la vez que buscaba una salida a su mal llevada situacion de la exclución del ejercicio del poder en primera línea.
La temprana muerte del Rey vino en su auxilio y en 1881 formó su primer Gobierno de la Restauración. De inmediato, La Rioja se transformó en liberal, y campearon a sus anchas las endogamias polítcas familiares. En sus primeras elecciones aún Sagasta no estaba preparado para dominar todos los Distritos de la provincia, y salvo su sobrino Tirso Rodrigáñez, que fue electo por el Distrito de la capital, los demás son ocupados por perfectos desconocidos de la política provincial, aunque influyentes en otros ámbitos.
Desde mediados de los ochenta, y ya hasta el golpe del general Primo de Rivera, La Rioja, fue patrimonio de los liberales sagastinos, y en cabeza el propio Sagasta que acumuló todas las Acta de Diputado, sin excepciones, del Distrio de la capital, desde estas fechas hasta su muerte.
La sierra riojana fue controlada por el liberalismo del Marqués de Romeral hasta los primeros años del siglo XX, con algunas legislaturas en blanco ganadas por los nuevos moderados. La Rioja Alta pasó a ser controlada por otro de los nietos fieles de Sagasta, Amós Salvador Rodrígañez hasta que pasó al Senado, para ocupar su puesto Miguel Villanueva Gómez. En el reparto famliiar La Rioja Baja pasó a la rama de los Rodrigáñez Sagasta, en el siglo XIX en el padre y en el XX en el hijo.
En los últimos años de la restauración los hijos recibieron en herencia sus haciendas políticas. Sagasta murió en 1903 pero el sagastismo no desapareció hasta la Guerra Civil. Son los años del liberalismo riojano de la margen derecha del Ebro, como solían repetir los principales líderes. Δ
MODERADOS
Las tendencias más conservadoras de la provincia nunca pudieron con el control de los liberales, que desde los años ochenta pasan a autodenominarse moderados. Sólo en los momentos de vacilaciones de los liberales arrancaron alguna representación en las Cortes, con la ayuda directa de los Ministros de Gobernación de turno.
Y no les faltaron líderes destacados provinciales, como dejaron muy claro algunos de sus afiliados que gobernaron como Presidente la Alcaldía de Logroño. Son mencionables Rodríguez Paterna, "Pepe" para Sagasta, yo Francisco de la Mata. Δ
REPUBLICANOS
La pequeña burguesía riojana, y en especial la de Logroño, era prorepublicana casi sin excepciones. Y bajo esta forma ideológica fueron creciendo económica y socialmente en las últimas décadas del siglo XIX y en especial en los años de "la bella época".
No es extraño que el Distrito de Logroño capital, gran feudo del líder del liberalismo español, Práxedes Mateo Sagasta, presentara en los últimos años del siglo XIX candidaturas republicanas para Diputados a Cortes y recibíeran un número destacado de votos. Y es que la vida política municipal de la ciudad de Logroño estaba controlada por los republicanos que llegaron a dominar el Ayuntamiento por mayorías, y en consecuencia, a tener Alcaldes republicanos.
Votaban y formaban las candidaturas republicanas municipales de la ciudad de Logroño, además de las burguesías mencinadas, los grupos de profesionales más dinámicos de la ciudad; y una destacada mayoría de los componentes obreros que en estos años aún no se habían deslindado del movimiento republicano.
En consonancia con estos triunfos a nivel municipal, cuando muere Sagasta en el año 1903, en las primeras elecciones a Cortes, los republicanos participan en el Distrito de Logroño capital con una condidatura formada por un líder republicano histórico y destacado: DONATO GÓMEZ TREVIJANO, que alcanza el Acta de Diputado con un total de 3.396 votos, venciendo a los candidatos monárquicos que se presentaron por separado, con Miguel Salvador, liberal, y Francisco de la Mata, consevador, y se convierte en el quinto Diputado a Cortes republicano por La Rioja Δ
CARLISTAS
Los carlistas renuncian a las armas después de la Segunda Guerra en plena restauración de la monarquía de la ramas isabelina. Y en La Rioja se dejaron oir en los momentos más críticos de la invasión de la filoxera. Su feudo estuvo en la comarca de La Rioja Alta, en Haro y en sus poblaciones más cercanas llegando a tener representación en la Diputación Provincial. Texto completo | Δ
MOVIMIENTO OBRERO
El movimiento obrero en La Rioja es tardío, como sucede en la gran mayoría de las provincias españolas. No obstante, estuvieron organizadas y participaron en la vida económico-social de la región las principales tendencias de Sociedades y Organizaciones Sindicales, así como también, en escala regional, pueden señalarse un grupo de personas que lideraron las acciones e ideologías
Las dos tendencias mayoritarias, con militancia y seguidores en La Rioja, fueron los grupos sindicales de "defensa de clase", la Confederación Nacional del Trabajo (C.N.T.) y la Unión General de Trabajadores (U.G.T.), aunque en las primera décadas del siglo XX existió un poderoso sindicalismo confesional católico bajo el nombre de Sindicatos Agrícolas Católicos de La Rioja, que aglutinó y defendió los intereses de los "pequeños propietarios ón".
De los primeros encontrarás información sobre su organización en general, pues es sabido que sus "mandos" se alternaban continuamente. De la U.G.T. personificaremos en algunos líderes concretos los principales momentos del sindicato. Del sindicalismo agrícola indicaremos algunas notas sobre líderes y participación. Δ