La oficialización de la bandera representativa
de nuestra región, otro de los símbolos, llegó
un año antes, el 14 de agosto de 1979, cuando fue aprobada
por la Diputación después de asumir la "encuesta
de consulta" realizada a los 174 municipios de la provincia.
Se establecía como bandera oficial de La Rioja la denominada
popularmente como "la cuatricolor", "formada por
cuatro franjas horizontales, todas de la misma anchura, de colores:
rojo, blanco, verde y amarillo con el escudo provincial".
Había
sido apoyada por los Diputados Provinciales de UCD (15 votos) y
del PSOE (2 votos) y se habían abstenido tres de Coalición
Democrática, estando ausentes otros cuatro. La consulta a
los Ayuntamientos había sido igualmente afirmativa. 115 pueblos
(el 66,20 %) habían dicho sí; 51 (el 8,79 %) se habían
abstenido y 8 (el 0,78 %) habían respondido negativamente.
Pero con anterioridad a esta fecha y al modelo aprobado, la definición
de la enseña provincial, primero, y autonómica, más
tarde, pasó por diversos avatares. Se dieron dos momentos
álgidos antes de llegar a la oficialización. El primero,
en el verano de 1977, con la institución máxima de
la provincia, la Diputación Provincial, ocupándose
de la cuestión, y el segundo, en la misma estación
de 1979, con el pueblo como gran potagonista.
A finales de mayo de 1977 la Diputación Provincial franquista se declara
dispuesta a aceptar el sentir y las sugerencias de todos los grupos sociales,
políticos, municipales y ciudadanos sobre la bandera. El anuncio es bien
recibido y nacen propuestas particulares a través de la prensa regional.
La Diputación entonces busca canalizar las opiniones. Para ello convoca
a mediados de junio a todo el pueblo riojano, desde el Boletín Oficial
de la Provincia, abriendo un plazo hasta el 10 de julio, "para que
el pueblo riojano envie sugerencias y proyectos sobre la futura bandera de La
Rioja.... Después... presentaremos varios modelos... para que mediante
amplia consulta popular, los riojanos elijan la que mejor les parezca"
Para regular el proceso se nombra al Cronista Oficial de la Provincia, Felipe
Abad León.
La prensa regional entonces, especialmente La Gaceta del Norte, monta
durante todo el mes de junio y los primeros diez días del de julio una
campaña explicativa sobre la provincia-región de La Rioja con
numerosos artículos de fondo y opiniones particulares. Y la euforia traiciona
a mucha gente, como al Presidente de la Diputación Julio Luis Fernández
Sevilla que declaraba: para San Mateo habrá bandera. Pero también
se escuchan voces que piden calma. "Cuidado con las prisas" proclaman
los "Amigos de La Rioja"; la UCD solicita que se retrase la
creación de la bandera; y los parlamentarios recien elegidos consideran
la idea válida, pero a su vez manifiestan que no es una cuestión
esencial. Pese a todo, el proceso ideado por la Diputación Provincial
para la creación y selección de la bandera para La Rioja siguió
su marcha. Y así el cuatro de agosto se sabe que están seleccionadas
11 propuestas, avaladas por el especialista en vesilología Vicente de
Cadenas y Vicent, de las 260 recibidas, y que al día siguiente se celebrará
una Asamblea General para tomar acuerdos sobre el particular. En ella se seleccionan
cinco modelos y se decide hacer "un plebescito" sui generis
entre el 1 al 15 de septiembre, para que sea elegida una. El coordinador de
la campaña, Felipe Abad, habla de que se recibieron entre 15 y 20 mil
papeletas y de que se gastaron unas doscientas mil pesetas.
Pero de la campaña promovida por la Diputación Provincial sobre
la bandera en el verano de 1977 nunca más se supo. O mejor dicho, con
la misma rapidez que apareció, dejó de funcionar. El 15 de septiembre
de 1977 el coordinador declara que ha terminado su misión y el Presidente
de la Diputación comenta que "si la bandera no va a servir para
aglutinar las voluntades riojanas, paralizamos su realización".
Y esto fue lo que sucedió. Más tarde se habló de boicoteo
a la iniciativa, aunque la verdad es que durante los días inmediatos
a la reunión de la Asamblea sobre la bandera se hicieron algunas entrevistas
y declaraciones en las que se insistía sobre el aplazamiento de la cuestión
y se hablaba del folklorismo y pintoresquismo de la campaña.
Durante el año 1978 el tema de la bandera permaneció en estado
de letargo. Sin embargo, distintos colectivos y grupos de universitarios riojanos
lanzaron a la calle un modelo de bandera de cuatro colores yustapuestos (rojo,
blanco, verde y amarillo) y la ondearon en los momentos principales de afirmación
de la riojanidad. Especialmente se popularizó en el primer "Día
de La Rioja" celebrado en Nájera en octubre de 1978, aunque ya antes
de esta celebración, y sobre todo después, fue asumiéndose
por el pueblo y por los grupos más inquietos en pro de la Autonomía
de La Rioja. La "cuatricolor", como empezaba a ser denominada, se
afianzaba como bandera de la provincia.
En enero de 1979 un grupo de jarreros firmaba una instancia dirigida al Alcalde
de Haro para que la bandera riojana, dándose por supuesto que era la
cuatricolor, se izara junto a la nacional como pasaba en otras regiones. Fue,
sin duda, el primer paso en serio para su oficialización. En el mes de
febrero la prensa regional empiezaba a considerar a la cuatricolor como bandera
de los riojanos, pero fue un escrito de la Asociación "Los Amigos
de La Rioja", pidiendo al Presidente de la Diputación a mediados
de mayo de 1979 que la bandera de La Rioja ondeara en el Palacio de la Diputación,
lo que precipitó el proceso de la oficialización y legalización,
en conformidad con el Real Decreto 9-6-30 y la Ley de Régimen Local.
En el verano de 1979 la presión sobre las instituciones fue total. Ya
a finales de mayo, en el "Día de Clavijo", la cuatricolor estuvo
plantada en el Monte Laturce durante las celebraciones. En junio los Plenos
de algunos Ayuntamientos votaron por su oficialidad (Haro, Rodezno, Briñas,
Nájera, Fuenmayor,..). Y en julio se intensificaron las definiciones
de los Plenos de tal manera que para primeros de agosto, como hemos dejado dicho,
se había completado la "encuesta" de los Ayuntamientos, por
la que el Pleno de la Diputación Provincial oficializaba la cuatricolor,
legalizándose como bandera de La Rioja.