Atano III
De las contiendas que después de resuelto el campeonato han sostenido los colosos Atano III y Mondragonés, acaso la más interesante haya de ser -no falta ya sino la de Vitoria- la verificada anteayer en esta ciudad [Logroño], ante un público que llenaba por completo el antiguo Frontón del Norte.
Para dar una idea exacta de cómo se desarrolló la lucha, señalaremos los tantos que se apuntó cada cual, por su orden y la jugada con que los ganó.
Salió Atano, sacando del cuadro 3. Mondragonés se apuntó el primer tanto de una carambola, y el segundo, de saque, sacando del cuadro uno. Atano ganó su primero por hacer falta Mondragonés con una carambola, y su segundo tanto, con una bonita dejada. Hubo igualada a dos. Mondragonés se apuntó su tercer tanto de una larga arrimada; el cuarto, por falta de Atano; el quinto, al saque; el sexto, al saque; el séptimo, al saque; el octavo, por carambola al restar Atano; el noveno, por una jugada igual, y el décimo, por una larga a lo ancho. Atano se apuntó su tanto tres por una dejada a la derecha; el cuarto, por una cortada a la izquierda. Mondragonés hace su tanto once con un pelotazo largo. Atano se apunta su tanto cinco con un pelotazo largo, después de un resto competido. Mondragonés se apunta el tanto 12 por perder Atano al forzar una rasgada a la derecha.
En tres de estos últimos tantos el juego fue bastante movido, y Mondragonés dio muestra de cansancio. Atano se apuntó seguidos los tantos seis, siete y ocho, después de dos o tres pelotazos, por agotamiento del de Mondragón. Este se apuntó los tantos trece y catorce, el primero, de una carambola, y el segundo, de una cruzada. Atano se apunta su tanto nueve con una dejada respondiendo a carambola; el diez, de saque; el once, de una cortada magnífica; el doce de saque. Mondragonés se apuntó su tanto quince de una pegada de ancho. Atano hizo su tanto trece de un pelotazo largo; el catorce, de saque; el quince de una cortada. Se hizo la segunda igualada a quince tantos.
Mondragonés hace su tanto dieciseis con una rasgada a la derecha, y el diecisite, con una carambola al tercer plelotazo. Atano se apunta su tanto dieciseis y diecisiete, el primero, con una carambola, y el segundo, con una dejada a la derecha. Se apunta el dieciocho con un pelotazo largo. Mondragonés se apuntó su dieciocho con una rasgada muy justa, igualando; el diecinueve, con una carambola que tiró desde el cuadro seis; y el veinte y veintiuno, con otras dos carambolas magníficas.
Atano hizo su tanto diecinueve con una arrimada. Mondragonés ganó el veintidós, que era el final, con una carambola.
Mondragonés venció, pues, por tres tantos. Se apuntó todos antes que Atano, excepto el dieciocho. Ganó cuatro tantos al saque y nueve de carambola. Atano hizo tres saques, y jugadas de ganar, tres dejadas, tres cortadas y una carambola.
La práctica deportiva más destacada en la ciudad de Logroño en el primer tercio del siglo XX es el juego de la pelota a mano.
Esta afición dio paso al "uso industrial" de locales cerrados en los que el juego de pelota terminó convirtiéndose en espectáculo y cobrándose por ello una entrada. Así nacen los primeros frontones que sirven de base para el reconocimiento de una nueva profesión, más o menos establecida: la de pelotari.
"La diosa de ébano", "la bailarina de los reyes y los emperadores", la "estrella negra", con estos y otros nombres conocida Josefina Baker, estuvo en el Teatro Moderno de Logroño las dos sesiones de la tarde el 10 de abril de 1930. Fue todo un acontecimiento y el éxoto económico total. Llenos completos en ambas sesiones. Y la crítica plenamente laudatoria.
Amadeo de Saboya, al poco de ser coronado Rey de España, hace una visita a Espartero en su residencia en Logroño. Con él convive durante un día largo y comparte casa y visitas a distintas instituciones de la ciudad.
Esta "estrella" de los años veinte y treinta actuó en Logroño en varias ocasiones. Su madre riojana influyó en la predilección que sintió por el público de su tierrra.
El rey Alfonso XIII estuvo en Logroño en dos ocasiones: en 1903 al poco de alcanzar la mayoría de edad; y en 1925 con la dictadura de Primo de Rivera en pleno auge.
Existieron en Logroño durante el siglo XX dos Plazas de Toros: la de "La Victoria" y la de "La Manzanera". La primera desapareció por un fuego en el año 1914, la segunda, por la especulación inmobiliaria en los años finales del siglo. La Plaza de la Victoria, situada en la calle dedicada a la Duquesa de la Victoria, mujer de Espartero, venía funcionando desde 1864. Por ella pasaron los más destacados "Maestros" del "arte" de los toros. Entre ellos LAGARTIJO.
El Presidente de la IIª República española; Niceto Alcalá Zamora, había estado preso en la "Cárcel Modelo· de Madrid, como el resto de los firmantes del "Pacto de San Sebastián", en los momentos finales de la Dictadura de Primo de Rivera.
Con él estuvieron un grupo de riojanos que llegaron a fraguar una gran amistad. Especialmente con el Alcalde republicano de Villamediana Angel García.