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María con Falla y su marido.
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María de la O Lejárraga García

M A R I A  en  el PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL


María en una reunión del Grupo Parlamentario Socialista de la legislatura 1933-1936. (Foto Alfonso)
Después de proclamada la República, María prácticamente relega su producción literaria, y se dedica completamente a la vida política y social.

Para desarrollar sus actividades en el primer aspecto se afilia al Partido Socialista por el que será Diputada a Cortes en 1933.

El aspecto social lo desarrolla con la fundaciòn de la Cívica y con las demás actividades de apoyo a las causas progresistas.


María Diputada por Granada en 1933 


Cabecera del periódico


Fernando de los Ríos

Los socialistas granadinos acordaron en el Congreso de la Federación provincial del 16 de octubre de 1933 acudir a las Elecciones en solitario. El día 20, en asamblea conjunta de la UGT y del Partido, se eligió la candidatura que quedó así: Fernando de los Ríos Urruti: catedrático de Universidad (exministro); María Lejárraga García, periodista; Ramón Lamoneda Fernández, obrero tipógrafo (miembro de la ejecutiva nacional del PSOE); Pascual Tomás Taengra: impresor (miembro de la ejecutiva del PSOE y la UGT provinciales); Juan Carreño Vargas: maestro nacional (miembro de la FETE de Granada); Pablo Cortés Faure: profesor de la Escuela Normal (concejal del Ayuntamiento de Granada); Narciso González Cervera: abogado (ex-Alcalde de Motril); Francisco Menoyo Baños: ingeniero (concejal del Ayuntamiento de Granada); Rafael Sánchez Roldán: panadero (alcalde de Fuente Vaqueros); Nicolás Jiménez Molina: albañil (alcalde de Íllora).


Resultados en el 'Defensor de Granada'

María Lejárraga participó activamente en la propaganda electoral, junto a los demás candidatos, y en especial a Fernando de los Ríos. Su experiencia ha sido contada en su libro de memorias Una mujer por caminos de España, y la prensa regional granadina, sobre todo en El defensor de Granada, recoge los enfrentamientos de los propietarios contra los socialistas. María relata las "artimañas" para evitar el normal desarrollo de sus mítines. En Guadix todos los discursos fueron acompañados de una monumental "campanada" de la iglesia cercana al local del mitin. En Castril de la Peña les soltaron en la plaza "cautro borricos cargados de formidables haces de leña y verde ramazón" que motivaron el pánico de los oyentes en la plaza del pueblo. Y El Defensor y El Ideal recogen los tiros de un propietario en Benalúa de la Villas cuando hablaba el primer orador antes de hacerlo Fernando de los Ríos y María.
María se ocupó en sus propagandas de solicitar el voto de las mujeres. En todos sus discursos reitera la importancia del voto femenino para mantener la República. Y dice: "Siempre ha sido ésta (la mujer) un tema de burla. ¡Si las mujeres mandasen! Pues ya mandamos. Y en este momento vamos a decidir el porvenir de todos los españoles. Por eso, ahora todas las mujeres estamos de parto, para dar a luz la vida nueva. Antes la política no era como ahora. Todo se reducía a una lucha de hombres: mauristas, ciervista... Y, sí, carlistas y alfonsinos. Cosas de hombres. Hoy la lucha es otra. Vamos de decidir el camino a seguir. Los caminos son dos: capitalismo y socialismo. O unos pocos viven bien a costa del trabajo de muchos, y estos muchos se mueren de hambre -y esto es el capitalismo-. O todo se puede por el trabajo, y esto es el Socialismo". (El Defensor, 7 noviembre 1933, p.3)

Ramón  Lamoneda

Los resultados favorecieron a las derechas, o coalición antimarxista, que consiguieron las mayorías. Los socialistas únicamente alcanzaron tres Actas, después de las fuertes protestas en su discusión en las Cortes. Los elegidos fueron: Fernando de los Ríos, María Lejárraga y Ramón Lamoneda.